■ Pasan otros 75 detenidos parte de Nochebuena y Navidad en las celdas de El Torito

Coyotes dejan a su suerte a conductores que no pasaron la prueba de alcoholemia

■ Conocen perfectamente los puntos en donde se van a instalar los retenes para las revisiones

Mirna Servín Vega

Además de pasar los festejos navideños, o por lo menos parte de éstos, en las celdas de concreto del Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social –mejor conocido entre los habitantes de la zona donde se encuentra ubicado como El Torito–, por conducir con niveles de alcohol en sangre no permitidos, gran parte de los 75 automovilistas que fueron remitidos durante la noche del 24 y la madrugada del 25 ni siquiera pudieron evadir el arresto de 20 a 36 horas con la ayuda de un amparo provisional, ya que los coyotes no trabajaron durante la madrugada del día de Navidad.

La mañana de ayer no hubo salida de sancionados de El Torito, sólo personas que continuaban ingresando, familiares que preguntaban por los conductores y un par de abogados que se jactaban de ser los únicos que estaban trabajando ese día.

Miguel Ángel llegó poco después de las ocho de la mañana tras ser detenido en la madrugada en Cuajimalpa, en uno de los 15 puntos de revisión itinerantes instalado como parte del programa Conduce sin alcohol.

Luego de pasar un par de horas en el juzgado cívico, fue trasladado en un jeep de la policía capitalina a El Torito, donde llegaron dos sus amigos a tratar de sacarlo y preguntar al personal de una ventanilla si podían comprarle una hamburguesa para que desayunara.

–¿Sabes cómo se le hace? – empezaron a preguntar a los dos presentes.

–Lo tenemos que sacar, aunque sea con el amparo, y que después venga a firmar cada semana –comentó uno de los jóvenes, de alrededor de 25 años de edad, quien narró que su amigo necesitaba salir, pues sus padres no estaban en la ciudad y que no podían llegar y “encontrarlo encerrado”.

A Miguel Ángel le ayudó el ir acompañando de su novia, quien evitó que su vehículo fuera trasladado al corralón, como fue el caso de 61 vehículos que fueron arrastrados a los diferentes depósitos vehiculares durante la jornada del miércoles en la noche y el jueves en la madrugada.

Sus amigos tampoco saben que, en caso de que regresen los abogados que se alejaron un momento de El Torito para buscar algo de desayunar, no bastará con firmar cada semana, ya que este procedimiento ni siquiera está contemplado para abandonar el centro de sanciones, en caso de ser enviado ahí, por conducir en estado de ebriedad.

Son estos mismos coyotes los que horas antes explicaban que ninguno de sus compañeros trabajó durante la Nochebuena y el inicio de la Navidad, por lo que esperan a los últimos remitidos durante las primeras horas de la mañana para ofrecerles sus -“servicios”.

Comentan que en las ocasiones en que el detenido no trae dinero consigo para pagar el amparo, se llama a sus familiares. Además, aseguran que contrario a lo informado por las autoridades de la policía capitalina, sus amparos sí funcionan.

Los coyotes también dan muestra de conocer perfectamente los puntos donde, como fue el caso de la jornada de la noche del 24, fueron colocados la mayoría de los 15 puntos itinerantes para realizar esta prueba a los conductores.

Cabe señalar que del total de las pruebas realizadas durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, 392 fueron aplicadas a transportistas, de los cuales dos fueron remitidos ante un juez cívico, ya que presentaban 0.9 grados de alcohol en sangre. Estos conductores fueron detectados en las salidas a las autopistas a Toluca y Querétaro, respectivamente, en tanto que ningún conductor de transporte público dio positivo en la prueba de alcoholemia.

El total de las revisiones realizadas durante esta temporada invernal suma 46 mil 716; 9 mil 447 pruebas aplicadas, 852 conductores remitidos, de los cuales 851 fueron ante un juez cívico y uno al Ministerio Público, por arrollar a un policía, y 436 vehículos trasladados a los diferentes corralones.