■ En dos años han sido ejecutadas más de 50 por venganzas entre agrupaciones delictivas
Aumenta el número de mujeres enredadas en el mundo del narco
■ Cada vez son más las que lideran bandas criminales; dirigen actividades de lavado de dinero
■ La participación femenina en esas organizaciones ilegales comenzó en la década de los 90
Ampliar la imagen Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, es una de las mujeres más conocidas por su participación en un cártel mexicano del narcotráfico. En la imagen la acompaña Juen Diego Espinosa Ramírez, El Tigre Foto: La Jornada
Mientras en los años 70 era prácticamente nula la participación directa de las mujeres en los cárteles mexicanos, desde los años 90 cada vez son más las que dirigen actividades de lavado de dinero y grupos del crimen organizado. Los casos más conocidos son los de Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, y Enedina Arellano Félix.
En ese contexto, datos obtenidos de fuentes oficiales refieren que en los últimos dos años han sido ejecutadas más de 50 mujeres por venganzas entre grupos criminales, sobre todo en Chihuahua, Baja California y Sinaloa.
La reina del Pacífico fue detenida en septiembre de 2007 cuando hacía compras en tiendas departamentales de un centro comercial del sur de la ciudad de México.
Enedina Arellano dirige junto con uno de sus sobrinos una de las dos facciones en que se dividió la organización.
Sandra Ávila, de 43 años, es considerada por las autoridades de México y Estados Unidos una de las más importantes operadoras del narcotráfico y el lavado de dinero en México para la organización que hasta hace un año se estimaba que era la más fuerte del país: el cártel de Sinaloa.
Ávila Beltrán se inició en el narcotráfico por su origen familiar: es sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, el capo de capos en los 70 en México. Luego acrecentó sus vínculos debido a que dos de sus ex maridos eran comandantes de policía relacionados con el tráfico de enervantes.
También se le atribuye haber sostenido relaciones sentimentales con Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel, mientras el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, El Tigre, era su pareja hasta su detención. Los primeros son actualmente dos de los más importantes líderes del narcotráfico en México.
La reina del Pacífico, de acuerdo con la información oficial que se dio a conocer tras su detención, supuestamente dirigía los envíos de cocaína de Colombia a Guadalajara y de esta ciudad a Estados Unidos, para el cártel de Sinaloa. Hoy se encuentra detenida en el reclusorio femenil de Tepepan, en la ciudad de México.
El cártel de Sinaloa –o lo que las autoridades denominaron en 2006 cártel del Pacífico– ha sufrido dos importantes escisiones: la de El Mayo Zambada y la del grupo de los hermanos Beltrán Leyva. La captura de La reina del Pacífico ocurrió cuando ya se había dividido la organización que dirige Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
En tanto, Enedina Arellano Félix estuvo siempre presente en la dirección del cártel de los hermanos Arellano Félix, también conocido como cártel de Tijuana; sin embargo, su nombre comenzó a aparecer en los informes oficiales como la cabecilla de la organización tras la muerte de su hermano Ramón, en febrero de 2002, y las detenciones de Benjamín, en ese mismo año, y de Francisco Javier El Tigrillo, en agosto de 2006.
De acuerdo con reportes de la Procuraduría General de la República (PGR), dados a conocer en respuesta a una solicitud de información pública, Enedina y su hermano Eduardo “mantendrían un papel importante en la organización”.
Eduardo Arellano fue capturado en octubre de 2008. El cártel de Tijuana se encuentra divido en dos facciones; una la dirige Enedina junto con sus hijos Luis Fernando e Ismael Zamora Arellano; la otra, Teodoro García Simental, El Teo, viejo sicario de ese mismo cártel.
Aunque los casos de La reina del Pacífico y Enedina Arellano no son los únicos, sí son los de mayor peso en las organizaciones.
Blanca Margarita Cázares Salazar, La Emperatriz, ha sido identificada por autoridades de Estados Unidos como una de las principales operadoras de la red de lavado de dinero del grupo que encabeza El Mayo Zambada.
Según las fuentes, junto con otras 11 personas, la mayoría integrantes de su familia, levantó un imperio de lavado de dinero, que incluye empresas importadoras y exportadoras, así como jugueterías, restaurantes y tiendas, entre otros negocios.
Este grupo está integrado, entre otras mujeres, por María Tiburcia Cázares Pérez, Blanca Armida Aguirre Sánchez, Lizbeth Meza Cázares y Gipsy Meza Cázares.
Hace unos días fue detenida en Querétaro Edith López López, llamada en el mundo del narcotráfico La reina del Sur, debido a que sustituyó a su compañero sentimental, Raúl Núñez Morales El Vaquero, al frente de una de los principales grupos de narcomenudeo en esa entidad.
Otra mujer importante en el negocio del blanqueo de capitales es Ivone Soto Vega, La Pantera, detenida el 19 de julio de 2001 en la ciudad de Tijuana, Baja California. Según reportes oficiales, bajo su mando se constituyó una red de casas de cambio y empresas inmobiliarias que le permitieron lavar más de cien millones de dólares, supuestamente en 40 meses.
En febrero de 2004 fue aprehendida María Antonieta Rodríguez Mata, La Tony, quien según la PGR era una de las principales operadoras del cártel del Golfo, y de 1999 hasta antes de su captura trasladó más de cinco toneladas de cocaína de Guatemala a Texas.
La Tony, ex policía estatal en Tamaulipas, fue extraditada a Estados Unidos en agosto de 2007 para ser juzgada por delitos contra la salud y lavado de dinero.