Usted está aquí: domingo 28 de diciembre de 2008 Política Ya pagaron en llantera costo de la crisis

Ya pagaron en llantera costo de la crisis

Carolina Gómez Mena

No obstante la crisis económica y las graves afectaciones que ha generado en las principales empresas automotrices del mundo, y por ende en el mercado de las llantas, en la planta que posee Continental Tire en San Luis Potosí no se espera que haya reducción de personal ni paros técnicos, como tampoco afectaciones salariales, afirmó José Espinoza Rocha, quien a partir del próximo día primero de enero fungirá como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México (SNTGTM).

En entrevista, el dirigente electo, quien estará al frente del gremio hasta el 31 de diciembre de 2011, precisó que lo anterior se desprende de la reciente negociación con la empresa, en la cual debieron aceptar una reducción diferida de 20 por ciento en sus salarios, a condición de que no se disminuyera más la cantidad de puestos de trabajo, pues durante los últimos años se han perdido cerca de 500 plazas.

Indicó que tal situación se derivó de una demanda económica interpuesta por la empresa, considerada la cuarta más importante a escala mundial en la fabricación de neumáticos, en la que “la patronal exigió una reducción salarial de 50 por ciento, la modificación de 30 cláusulas del contrato-ley de la industria hulera, suprimir la semana laboral de cinco días y reducción de aguinaldo, prima vacacional y días festivos”, comentó Espinoza Rocha.

Finalmente, la negociación se extendió de enero a agosto de este año, y fue “muy dura, hubo necesidad de ceder algunas cosas”, debido a que era evidente que la empresa reducía plazas por los procesos de automatización introducidos y porque, dada la experiencia de los sobrecargos, los cuales también han experimentado este tipo de demandas, “no es deseable que sea un tercero el que determine las condiciones de trabajo”, esto es, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

“Logramos una negociación en la que al final aceptamos una reducción salarial de 20 por ciento diferido; directamente fue de sólo 10 por ciento y el resto es contra revisiones salariales, por lo que en las próximas negociaciones, si por ejemplo hay cinco por ciento de incremento, no tendremos nada, y si hay más de eso, nos darán sólo la diferencia.”

Planteó que con lo cedido, los trabajadores ya hicieron con anticipación los esfuerzos por soportar la crisis. “El paso que dimos fue muy importante, porque antes de que detonara la crisis, nosotros ya estábamos en negociaciones para reducir el costo que nos traería”, dijo.

 
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