■ Rafah, Yan Junes y Beit Lahia, bajo los embates de la aviación de Tel Aviv
Destruye Israel el principal complejo de seguridad en la franja de Gaza
■ Sube a 300 la cifra de muertos, hay un millar de heridos y los hospitales del área están saturados
■ Más de 70 objetivos bombardeados
■ Mahmoud Abbas responsabiliza a Hamas de la ofensiva
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Una familia palestina apresura el paso al caminar junto a un edificio en llamas tras un ataque israelí con misiles en el campamento de refugiados de Rafah, en el segundo día de ofensiva en la franja de Gaza
Foto: Ap
Gaza, 28 de diciembre. En el segundo día de la ofensiva israelí sobre la franja de Gaza, la aviación destruyó el principal complejo de edificios de las fuerzas de seguridad y atacó el inmueble del consejo de ministros del gobierno, mientras que el ejército comenzó a concentrar tanques y tropas en la zona fronteriza israelí con la aparente intención de lanzar una invasión por tierra sobre este territorio palestino.
La cifra de muertos aumentó de 230 a 300 y la cantidad de heridos ascendió a un millar en el contexto de la operación Plomo Endurecido, la más sangrienta para los palestinos en 60 años de conflicto.
Un vocero del ejército israelí indicó que la fuerza aérea efectuó 30 ataques el domingo, y que fueron bombardeados más de 70 objetivos, de los cuales, 40 eran túneles que conectan a la ciudad de Rafah con Egipto, y que supuestamente eran utilizados por Hamas para introducir armas desde ese país. Para los civiles, no obstante las afirmaciones del gobierno de Israel, esta red de túneles es un soporte vital y conecta a los residentes del enclave con el mundo exterior.
En los últimos minutos de este día aviones atacaron la Universidad Islámica de Gaza, pero no se reportaron víctimas.
La fuerza aérea israelí destruyó el Saraya, principal complejo de seguridad en Gaza, donde se ubica la prisión de Gaza y un cuartel de los servicios de seguridad en la región, y causó la muerte de al menos cuatro oficiales.
Las bombas israelíes también destruyeron otros cuarteles regionales, así como la sede del gobierno de Rafah y dañaron el edificio del Consejo de Ministros del gobierno palestino en Gaza.
Otros blancos alcanzados incluyen estaciones de policía, depósitos de armas, presuntos campos de entrenamiento, pero también una mezquita. Las localidades afectadas por los embates de la aviación israelí son Gaza, Rafah, Yan Junes, y Beit Lahia.
La ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, quien espera convertirse en la jefa de gobierno luego de las elecciones parlamentarias en febrero, aseguró a la cadena estadunidense NBC que la meta de Tel Aviv “no es reocupar la franja de Gaza” ni derrocar a los líderes de Hamas, al amenos “no por ahora”, dijo.
Movilizan a 6 mil 500 reservistas
Pero en los hechos, Israel decidió movilizar 6 mil 500 reservistas y comenzó a desplegar tanques por el borde de la franja de Gaza, que parecían estar a punto de ingresar a ese enclave palestino. Israel arrebató a Egipto esta región durante la Guerra de los Seis Días y en 2005 desalojó las colonias que estableció en la zona, apoyadas por sus fuerzas armadas.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, que ayer condenó la ofensiva de Tel Aviv, responsabilizó el domingo al movimiento radical Hamas de los ataques israelíes, y consideró que los palestinos pudieron “haber evitado lo que sucedió”, si hubieran mantenido la tregua, que duró seis mes con Israel y que concluyó el pasado día 18.
En Rafah, civiles palestinos trataron de romper las cercas que marcan la frontera con Egipto y lograron introducir algunas cajas con medicinas, mientras que en Israel el ministro de Defensa, Ehud Barak, autorizó el ingreso, el lunes, de más de cien camiones con alimentos y medicinas a la franja de Gaza, donde viven millón y medio de personas con grandes privaciones a causa del permanente bloqueo a la franja. Ese envío incluye suministros de sangre, equipos médicos, diez ambulancias y combustible donados por Turquía, Jordania y varias organizaciones internacionales.
Al respecto, la Cruz Roja Internacional dijo en Ginebra que los hospitales de la franja de Gaza están atestados y no pueden atender a todas las víctimas. Además, indicó, se necesita con urgencia equipo médico.
Mark Regev, vocero del saliente primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo que Israel presionaría con su campaña “hasta que tengamos una atmósfera de seguridad en el sur, cuando la población ahí no viva más en el terror y el temor de los constantes ataques con proyectiles”, en referencia a los lanzamientos de cohetes Qassam por parte de Hamas y de los grupos armados palestinos desde la franja de Gaza, que han continuado pese a la ofensiva israelí.
La respuesta de Hamas fue contundente. El vocero Fawzi Barhoum instó a los grupos palestinos a usar “todos los medios disponibles, incluyendo operaciones de martirio”, para “proteger al pueblo palestino”. Acusó a Israel de “perpetrar un holocausto ante los ojos del mundo entero, que no ha movido un solo dedo” para evitar la ofensiva.
Hamas dijo que 180 de sus miembros murieron en el primer día de la operación Plomo Endurecido, y que el resto eran civiles, entre ellos 16 mujeres y niños.
Las calles de la franja de Gaza, normalmente atestadas, se encontraban vacías este domingo, pero en Rafah, los atemorizados palestinos intentaron franquear la frontera con Egipto, y aunque fueron disuadidos por la policía egipcia que disparó al aíre, decenas lograron ingresar a ese país. Un guardia egipcio y un palestino murieron en un enfrentamiento mientras la policía de Egipto trataba de frenar el paso de personas.
Pese al temor a salir de sus hogares, decenas de miles de palestinos acompañaron en una procesión fúnebre a los víctimas del primer día de bombardeos. “Venganza, venganza O Ezzedine al-Qassam”, gritaba la muchedumbre.
La violencia se expandió a la ocupada Cisjordania, donde soldados israelíes abrieron fuego contra manifestantes que lanzaban piedras.
En los dos días de la ofensiva, los milicianos palestinos dispararon unos 150 proyectiles hacia Israel, según el ejército, pero la cantidad es menor de lo previsto.