Usted está aquí: lunes 29 de diciembre de 2008 Mundo Prevén analistas panorama difícil en las elecciones legislativas de 2009 en Argentina

■ Tras un año complejo, la presidenta Cristina Fernández mantiene la iniciativa política, dicen

Prevén analistas panorama difícil en las elecciones legislativas de 2009 en Argentina

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 28 de diciembre. El final de 2008, que coincide por diferencia de unos días con el primer año de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, muestra una Argentina surcada por impensables reagrupamientos políticos y auguran un próximo tiempo electoral difícil por las legislativas de 2009.

Varios analistas coinciden en que después de un año complejo, la presidenta conserva la iniciativa política.

Una de las medidas más importantes que se tomó este año es la estatización de las Administraciones de Fondos de Jubilados y Pensionados (AFJP), antes en manos del sector privado, lo que se considera “la primera reforma estructural desde que el ex presidente Eduardo Duhalde decidió dejar de lado la convertibilidad del peso, en 2002”.

Aunque cuestionadas, las medidas tomadas por la mandataria ante la crisis que sacude al mundo han permitido mantener un delicado equilibrio, a pesar de lo que se viene en el próximo año electoral, durante el cual deberá apelar al respaldo de congresistas.

El gobierno enfrenta, sin embargo, el más cerrado círculo de oposición mediática, que cada día asesta nuevos golpes a la credibilidad y que por estas horas festeja el alejamiento de algunos sectores progresistas, que le critican al gobierno que se apoye en el peronismo, tan atomizado, como si no hubiera surgido de ese sector político.

De hecho, desde el primer día de asunción de la mandataria, el 10 de diciembre de 2007, y como respuesta a su discurso en favor de la integración regional, se pusieron en marcha mecanismos típicos de presión tanto local como externa.

En Miami se instaló el famoso caso de la valija cargada con unos 800 mil dólares que trató de meter al país un empresario venezolano-estadunidense, Guido Antonini Wilson, residente en Miami y ligado a los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Hubo un intento de adjudicar la maleta a un “envío del presidente venezolano Hugo Chávez para la campaña electoral” de la presidenta, sin sustento probatorio.

El país, en vilo 4 meses por el conflicto agrario

El llamado “conflicto del campo”, durante cuatro meses –de marzo a junio– mantuvo al país en vilo, instalando un real clima “destituyente” –como lo caracterizan los numerosos intelectuales reunidos en el creativo espacio de carta abierta– con desabastecimiento incluido.

Fue una insólita protesta para no pagar un impuesto, especialmente sobre las exportaciones de soya, cuya rentabilidad cambió la mentalidad de pequeños y medianos productores, que pasaron de antiguos luchadores contra la oligarquía agraria a fieles compañeros de una ruta que fue utilizada ampliamente por la derecha local.

Insistir por izquierda en “los errores” del gobierno, “sin hablar de acciones de la guerra sucia y sicológica, instalada a través de la mayoría de los medios masivos de comunicación, es por lo menos, una miserable posición, que sólo ayudó a las derechas más reaccionarias”, sostiene un trabajo de investigación de una agrupación histórica.

Este fin de año, apareció en escena el ex presidente Eduardo Duhalde, quien desde las sombras junto a otros políticos fue señalado por orientar todo lo actuado –entre ellos los saqueos en diversos lugares del país– en los días previos al estallido de 20 de diciembre de 2001.

“Es el gobierno más incompetente que yo haya visto”, dijo Duhalde en el opositor diario Critica, en un reportaje donde cargó con extrema dureza contra el gobierno, que él mismo ayudó a llegar al poder.

Duhalde sumó su advertencia a los ataques a la presidenta y a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner: “Yo no soy jactancioso, pero la gente sabe que si un día decido volver y digo: ‘Esto se terminó y voy a conducir la oposición’, la conduzco”.

Por otra parte hizo un guiño hacia “los progresistas” que se están yendo de la alianza con Fernández de Kirchner y el Frente para la Victoria, entre ellos el diputado Miguel Bonasso, y ex funcionarios como Humberto Tumini, de Libres del Sur, y otros.

Pertenecientes a pequeños partidos y movimientos, accedieron a sus posiciones al sumarse por el sistema electoral argentino a la lista del Frente para la Victoria y la propuesta transversal de Kirchner. Ahora marcan sus diferencias, aunque reconocen algunos de los avances y medidas. Los reclamos giran en torno a varios temas, pero fundamentalmente al apoyo que busca Kirchner en el Partido Justicialista.

Así, el 2008 está terminando con sugestivos mensajes, que abarcan desde el arco de la extrema derecha pasando por sectores que tratan de agruparse en un espacio de centroizquierda hasta ultrarradicales de izquierda.

El analista Lido Iacomini, advierte a los sectores que se alejan del gobierno que aunque sobren razones para “mantenerse alejados del peronismo”, esto “no debe hacernos perder de vista donde se ubica el enemigo principal”.

Por otra parte, se critican las constantes predicciones de catástrofes económicas ante cada medida del gobierno. “A lo largo de este año que termina se produjeron no menos de siete sentencias terminantes y estimaciones infalibles, que fueron potentes factores de desestabilización, confusión para los agentes económicos y que finalmente no se cumplieron, pero fueron expresadas por esos mercaderes del pánico económico”, señaló el analista Alfredo Zaiat.

Se refiere Zaiat a las falsedades que giraron en torno a la Resolución 125 que fijó Derechos de Exportación móviles para cuatro “cultivos clave”, cuando se dijo que implicaba “la muerte del campo”, que mantiene fuertes privilegios.

Lo mismo sucede con las predicciones sobre corridas financieras, que provocaron pánicos locales, así como el pronóstico de que la inflación se desbocaría y terminaría el año con cerca del 30 por ciento.” Incluso se arguyó que el fin de las AFJP “sería la muerte del mercado de capitales y la desaparición del crédito en Argentina”.

Estos son indicios de que los miedos económicos serán utilizados a lo largo del próximo año, a la vez que aumentarán los requerimientos sociales como sucedió en los últimos tiempos. Y eso en un clima electoral significará otra dura prueba para el gobierno.

 
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