2008: sorpresas y contrastes
El mercado del arte fue inmune a la crisis
Ampliar la imagen Damien Hirst con su emblemático Becerro de oro Foto: Reuters
En el ámbito internacional, durante 2008, las millonarias subastas de arte mantuvieron a propios y extraños muy atentos pues se rompieron varios récords de ventas.
Lucien Freud, Jeff Koons y Damien Hirst, se consagraron como los artistas vivos más caros del mundo, al tiempo que rompieron las reglas y los topes del mercado, inclusive, autosubastando su obra. También alcanzaron cifras nunca antes vistas obras de artistas clásicos del siglo XX como Alberto Giacometti Juan Gris o Malevich, así como de autores del impresionismo como Monet y Degas.
A las casas subastadoras Christie’s o Sotheby’s parecen no llegarles aún los vientos de la crisis económica mundial y mantuvieron ingresos más que aceptables en sus cuatro grandes ventas del año, con ganancias por encima de los 100 millones de dólares, pero por debajo de las estimaciones iniciales. En este vaivén del comercio de arte internacional, Hirst, el enfant terrible de la plástica contemporánea, se dio el lujo de subastar sin intermediarios 223 de sus obras con un éxito rotundo. Fue en septiembre en Londres y recaudó casi 140 millones de euros en sólo dos días, en lo que es, hasta la fecha, la mayor venta de un único artista.
Su pieza emblema es el Becerro de oro, una instalación de 10 toneladas que muestra a un ternero dentro de un acuario de formol con un disco de oro sobre su cabeza, por el que se pagaron 13 millones de euros.
Las cifras de Hirst son 10 veces superiores a las del récord anterior, en poder de Pablo Picasso, de quien en 1993 se subastaron 88 obras, adjudicadas por un total de 14.1 millones de euros a la cotización actual.
Y como todo mercado tiene sus claroscuros, también hubo grandes pieza que no hallaron comprador en las salas de subastas, como Un hombre sentado de Modigliani, La cabeza de Diego de Giacometti, Nº 43 de Mark Rothko, e incluso obras de Picasso, Renoir, Manet y Paul Klee. Ya será para 2009, cuyo evento estelar se realizará en febrero, cuando la extraordinaria colección de obras de arte reunida durante cerca de medio siglo por el modisto Yves Saint Laurent, fallecido en junio, y su pareja, el hombre de negocios Pierre Bergé, sea subastada. Son 700 obras de las que se estima obtener entre 200 y 300 millones de euros.