■ Asegura que partidos tratarán el ejercicio del gasto la próxima semana en Gobernación
Larios desecha una ley de emergencia; primero son las “reformas estructurales”
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 2 de febrero. El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados rechazó la idea de aprobar una “ley de emergencia” porque, aseguró, los partidos acordaron ayer reunirse en la Secretaría de Gobernación la próxima semana para decidir “conjuntamente cómo flexibilizar el ejercicio del gasto”.
El coordinador panista, Héctor Larios, señaló que la prioridad panista es aprobar las llamadas “reformas estructurales” planteadas por Agustín Carstens, y no una ley de emergencia en un año electoral, aunque más adelante reconoció que el blanquiazul utilizará los programas sociales en favor de sus candidatos a diputados. “Es un propósito legítimo”, afirmó.
Larios admitió, en conferencia de prensa, que los diputados panistas “están obligados” a tener contacto con los electores, y explicó que por ello se invita a funcionarios federales para que detallen los “programas exitosos del gobierno… para apuntarlos y también decirle a la gente de qué manera gobernamos”.
–Entonces, ¿esta reunión tiene un fin electoral? –se le preguntó.
–Desde luego que tiene un propósito legítimo, ciento por ciento, de decir a la ciudadanía los programas exitosos que en las administraciones del PAN se han concretado.
En el primer día de trabajos, los diputados panistas comieron con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien les aseguró en el encuentro de carácter privado que el gobierno de Felipe Calderón no puede apoyar directamente al PAN, pero también vigilará que otros partidos no violen la ley electoral.
La reunión fue vigilada por el Ejército mediante un operativo en el trayecto del aeropuerto a la ciudad, y resguardo al salón Country Royal, hasta donde acompañó a Gómez Mont el gobernador Juan Sabines.
Los 190 diputados panistas que asistieron –de los 207 integrantes de la bancada– fueron recibidos con cocteles de tequila helado preparados en pepinos partidos a la mitad.
Y si bien los trabajos se iniciaron este lunes, la mayoría de los diputados panistas arribaron a Tuxtla Gutiérrez cerca de las dos y de aquí viajaron por carretera a San Cristóbal, donde comieron y compraron artesanías.
La diputada guanajuatense Marcela Cuen Garibi, quien es maestra de ballet y secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara, regresó “impresionada” por lo que vio. “¡Qué bonitas niñas! Pero, ¡cómo está chiquita la gente allá!”
–Están de este tamañito –dijo mientras levantaba su mano derecha, a la altura de sus costillas–. ¡Había una niña de 10 años con unos piececitos! Están más grandes los de mi nieto, que tiene 10 meses.
–Eso se llama desnutrición, pobreza extrema, diputada –le objetó un reportero.
–Ah.
Los panistas se hospedaron aquí, como acostumbran, en hotel de cinco estrellas, y en un receso de su reunión a puerta cerrada, Héctor Larios ofreció una conferencia de prensa para asegurar que para el último periodo ordinario de la legislatura número 60 la agenda panista se definirá a partir de tres ejes, sustentados en la línea dictada por el Ejecutivo.
El primero, con objeto de modificar un paquete de leyes, fundamentalmente las propuestas por el secretario de Gobernación, Agustín Carstens, para “agilizar el ejercicio del gasto” público y que ello sea “realmente una medida eficaz en contra de la crisis”.
Otro, que fundamentalmente busca que se aprueben las iniciativas de Felipe Calderón para desaparecer la Policía Judicial Federal, mediante cambios a la Ley Orgánica de la PGR, y para constituir la policía federal a la que se quiere transferir la facultad de investigación, propuesta que el PRD y el PRI ya han rechazado, porque pretende asignar el mando policiaco a la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Finalmente, aseguró, la agenda se integrará con “temas de todo tipo, que están a punto de maduración”, como las reformas a la Ley de Amparo, una nueva ley de economía social y otras que los diputados se han intercambiado vía correo electrónico. Descartó, sin embargo, que haya tiempo para aprobar una reforma laboral, porque el periodo de sesiones es “de una cortedad de tres meses y no sería muy viable ese tema”.