■ Denuncian sindicatos que la reforma laboral propiciaría abusos
Con pretexto de la crisis, se busca cercenar la Ley Federal del Trabajo
Organizaciones sindicales tanto corporativas como independientes, advierten que es un error del gobierno querer ahora impulsar la reforma laboral como una medida “anticrisis”, y aseguran que se quiere poner de pretexto la situación económica del país para “cercenar” la Ley Federal del Trabajo (LFT) y acabar con las prestaciones laborales.
Para la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano, Unión de Juristas de México y sindicatos como la Alianza de Tranviarios, de ninguna manera es aceptable una reforma laboral que “abarataría” más la mano de obra en México, ya que el proyecto profundizaría la crisis del sector laboral e incrementaría los despidos y la contratación sin derechos y sin seguridad social.
Para el Congreso del Trabajo, según apuntó su presidente, Enrique Aguilar Borrego, “no es momento” de impulsar esta reforma, ya que hay el peligro de que se hagan modificaciones letales para el sector obrero. A fin de aminorar los efectos de la crisis, “lo que el gobierno tiene que hacer es acelerar los programas y compromisos que ha presentado para impulsar el empleo”.
Por la UNT, Agustín Rodríguez apuntó que ya hay 20 millones de mexicanos en la extrema pobreza, producto de una economía equivocada y que ha generado “salarios miserables”; sin embargo, el gobierno “pretende hacer creer que esa reforma aminorará la crisis y esto es un engaño, lo que se quiere es flexibilizar más la contratación y cercenar prestaciones para apoyar a los empresarios, por lo que los sindicatos independientes impedirán que pase esta iniciativa”.
Según la Unión de Juristas, “con una reforma laboral de corte neoliberal, como la que pretende este gobierno, se está impulsando una Ley Federal del Trabajo pro empresarial, lo que provocaría una mayor contracción y recesión de la economía, al estimular un mayor número de despidos, incumplimientos laborales, negativa de aumentos y pago oportuno de salarios, impidiendo el ciclo económico para reactivar la economía”.
Para esta organización, encabezada por Eduardo Miranda, proponer y concretar una reforma que flexibilice las condiciones de trabajo en esta época de crisis, como propone el PAN y los secretarios de Hacienda y del Trabajo, “es aberrante, oportunista y perjudicial para el país, su economía y sus trabajadores, pues de llevarse a cabo sólo beneficiaría a un reducido grupo de familias y empresarios, mediante mecanismos de sobrexplotación laboral y opresión política, abusando del poder del Estado”.
La Alianza de Tranviarios de México, en voz de Benito Bahena, sostuvo que la reforma laboral es un propósito de los gobiernos panistas que no han podido concretar, y “ahora están utilizando el pretexto de la crisis para revivir el anhelo de recortar los derechos de los trabajdores”. Consideró que el gobierno va a insistir en esta petición, que es en realidad del sector patronal para acabar con derechos de los trabajadores. Esto, mientras lo fundamental sería que el gobierno federal se enfocara en medidas para contrarrestar la crisis, y no sólo para beneficiar a los grandes capitales.
Eduardo Miranda planteó que la promocionada “flexibilización” laboral no es otra cosa que la desaparición de la estabilidad en el empleo y las prestaciones que de él se derivan, establecidas en la Constitución, y dijo que se tiene en proyecto para esta reforma laboral que se adopten formas precarias de contratación –contratos a prueba, por aprendizaje, por honorarios, jornada por horas, banco de horas–, disminución de prestaciones, jornadas extraordinarias de trabajo en pequeñas y medianas empresas sin pago, paros técnicos en industrias de punta, reprimir el libre ejercicio de la libertad sindical, y para ello, ahora se quiere tomar con la excusa de la crisis, ya que la máxima que está acuñando este gobierno es “precarización o despido”.