■ Desentrañar el proceso de formación de las especies demuestra que Darwin tenía razón, precisa
El debate entre creacionistas y científicos, erróneo, dice biólogo
■ El evolucionista buscó al “creador de la naturaleza”, pero no como una persona encarnada por Dios, sino el principio que está detrás de las cosas, comenta un experto de universidad alemana
Jena, Alemania, 3 de febrero. La agria polémica entre los creacionistas y algunos científicos induce a error, en opinión del biólogo evolucionista alemán Martin Fischer, cuando se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin.
“No es tarea de los científicos predicar el ateísmo”, afirma el director del Instituto de Zoología Especial y Biología Evolutiva de la Universidad de Jena, en entrevista. La “propaganda ateísta” del biólogo de Oxford Richard Dawkins no ayuda, mientras los creacionistas rechazan la teoría de la evolución de Darwin por motivos religiosos, lamentó Fischer.
“Sin esta teoría no existiría la biología moderna”, señaló Fischer. Pero Darwin no sólo influyó en la biología, sino que transformó la imagen del mundo. Aunque su obra principal, El origen de las especies, fue escrita hace 150 años, hay aún muchas preguntas sin respuesta en la biología. “Cada respuesta plantea nuevas preguntas”, según Fischer, director también del Museo Phyletisch, cuyos temas principales son la historia del origen humano y la teoría de la evolución.
“Sigue ocurriendo que no podemos mirar la evolución de forma estricta”, indica. “Sólo podemos sacar conclusiones a posteriori a partir de datos cada vez mejores y en lapsos cada vez más cortos.”
La interrogante central es ¿cómo se forman las especies? “Cuando es posible desentrañar estos procesos de formación de especies se demuestra que Darwin tenía razón: que los mecanismos que él reconoció ya entonces, funcionan”. Sobre todo la genética ha hecho avanzar esta visión en los años recientes, añadió el biólogo.
Logro extraordinario
“Éste es el motivo de que nos tengamos que quitar el sombrero ante Darwin”, subrayó. Su idea de la herencia genética hoy está superada, pero encajaba con lo que entonces se pensaba. “Haber planteado esa teoría con los conocimientos de entonces fue un logro extraordinario.”
Darwin buscó al “creador de la naturaleza”, pero no como una persona encarnada por Dios, sino el principio que está detrás de las cosas. “Eso es ciencia. Con ello sustituye la idea de la creación antes personalista por principios. Eso es un logro extraordinario a nivel teórico.”
Y en ese punto está el problema por el cual algunas personas, como los creacionistas, rechazan la idea de que el ser humano descienda de los animales. “El hombre pierde así su calidad de ser único, su imagen y semejanza a Dios.”
Las personas que creen en la teoría bíblica del origen del mundo merecen todo respeto, subrayó Fischer. Pero la fuerte presencia del creacionismo en Estados Unidos –también entre los científicos– es preocupante. Algo que no ocurre en Europa.