■ Hace 10 años que hay paros técnicos, dice líder
Se han perdido más de 600 mil empleos en el sector textil
En la industria textil, la crisis llegó mucho antes con la apertura comercial, ya que en el último decenio acumuló más de 200 mil empleos perdidos, además de 400 mil en el sector de la confección, afirmó el dirigente de la Unión Nacional de Federaciones y Sindicatos Obreros de la Industria Textil, Fermín Lara Jiménez. Dijo que en el ramo ya son más de 3 mil empresas cerradas.
El también líder del Sindicato Mártires de San Ángel de la Industria Textil ofreció ayer una conferencia de prensa, luego de que el pasado día primero fue liberado del Reclusorio Norte, donde estuvo “por denuncias infames y mentirosas” que hicieron en su contra funcionarios del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
Tras cinco meses de encarcelamiento, Lara Jiménez logró probar su inocencia, y ahora incluso contempla la posibilidad de contrademandar a los funcionarios que lo acusaron. Sin embargo, por el momento dice tener como prioridad sentarse a trabajar con los empresarios del ramo para aplicar acciones que permitan detener el desempleo y el cierre de fábricas en el sector.
Planteó que la industria textil “ya estaba muy mal” antes de la crisis mundial, y ahora se agudizan sus problemas de sobrevivencia ante esta situación de recesión. Planteó que los paros técnicos, la reducción de jornadas y los turnos de 12 horas han sido práctica común en el sector desde hace varios años, con tal de que no se pierdan más trabajos.
“En todas las centrales obreras se han dado estas prácticas de paros parciales, y ahora urge que se establezcan programas o proyectos para que la industria se fortalezca y no haya más cierres de empresas”, dijo. Asimismo, apuntó que la apertura comercial, el contrabando y las empresas piratas del sector están dando al traste a la industria.
Sobre su encarcelamiento, relató que en 1998 Bancomext prestó 43 millones de dólares a las familias Saba Rafull y Saba Stern, dueñas de las firmas Quantum y Global Inmuebles. En 2003, el banco demandó a los empresarios que pagarán el crédito y un juez ordenó llevar a cabo el remate y adjudicación de las empresas, sin embargo, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje los previno de que dicho remate no se efectuara en favor del banco, sino de los trabajadores.
Por ello –dijo–, al no poder recuperar el crédito irregularmente otorgado, Bancomext formuló denuncia contra los dirigentes sindicales.