■ Convenio que respaldaron elimina salvaguardas; daño a productores y riesgo para la salud
Porcicultores acusan a Economía y Sagarpa de abrir totalmente el mercado a Estados Unidos
Con el respaldo de las secretarías de Economía (SE) y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), un grupo de productores de cerdo convino con diversas asociaciones de productores de Estados Unidos renunciar a todas las salvaguardas a las importaciones procedentes de dicho país, lo que pone en riesgo a 4 mil 700 porcicultores que aportan 60 por ciento de la oferta para el mercado nacional, y la salud de los mexicanos, sostuvo Enrique Domínguez Lucero, director de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM).
“Pareciera que es obligación de México constituirse en el mercado de los excedentes de Estados Unidos, sin considerar la calidad e inocuidad de los alimentos, y menos los daños que causan las importaciones sin restricciones a los productores nacionales. El acuerdo firmado el 7 de enero entre el Organismo Nacional de Porcicultores (Ornapor) con agrupaciones estadunidenses favorece a los importadores y provocará la desaparición de más granjas”, advirtió.
El año pasado, dijo, se perdieron 50 mil empleos y desaparecieron más de 600 granjas de porcicultores –300 de ellas ubicadas en Jalisco– debido al disparo de las importaciones, cuyo volumen fue de 391 mil toneladas, 98 mil toneladas más que en los dos años anteriores. Actualmente hay serios problemas de comercialización por la saturación de los precios en el mercado y por eso la exigencia al gobierno de que intervenga para evitar el colapso de la porcicultura mexicana, “ya que en ningún país se acepta que las importaciones superen uno por ciento de la producción interna, pero en México ya nos acercamos a 58 por ciento y con dicho convenio en menos de cuatro años rebasaremos 85 por ciento”.
Sostuvo que la SE está más preocupada por respaldar y proteger a los importadores, y sobre todo a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Tiendas Departamentales, los cuales no están obligados a presentar en las etiquetas el país de origen ni la calidad del producto, aunque es un derecho de los consumidores.
La carne de cerdo importada –la mayoría piernas y lomo, considerados en Estados Unidos subproductos– no cumple con los requisitos sanitarios, además la inspección es aleatoria y no hay suficiente capacidad de la autoridad para llevar a cabo una revisión exhaustiva, abundó.
Es inadmisible la actitud de la SE de respaldar al Ornapor –el cual aporta 4 por ciento de la producción nacional– y dejar en la indefensión a 4 mil 700 productores. “Esperamos que la SE actúe por conducto de la Unidad de Prácticas Internacionales y deje de estar más preocupada por el índice nacional de precios al consumidor que por salvaguardar a la industria de los productores, y que la directiva de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas también analice la situación, ya que en ella participan los porcicultores de Ornapor y de la CPM”.
Respecto de los riesgos de salud para los mexicanos por las importaciones de subproductos cárnicos de pésima calidad, Domínguez Lucero comentó que la normatividad mexicana obliga a las autoridades sanitarias a revisar en frontera si los alimentos importados tienen alguno de 18 productos tóxicos, pero sólo se hace una revisión discrecional al azar. Lo que se está importando es un riesgo, sostuvo.