Dinero
■ Slim: “no quiero ser catastrofista, pero…”
■ El desencanto de los poderosos
■ Plagio en la Ibero
Acaba de cumplir 69 años. Viudo desde hace una década ha sobrellevado delicada afección cardiaca. Tiene seis hijos, tres son varones, algunos reportes de prensa indican que dos han enfrentado problemas serios de salud. Debe resolver las complejidades de una herencia inmensa. Por otro lado, vive colmado de bienes materiales, cultiva relación con presidentes y líderes, intelectuales y artistas. Practica metódicamente la filantropía, pero la que se deduce de impuestos. Es un personaje interesante Carlos Slim. En el último año su imperio ha perdido algo de brillo: la joya de su corona, América Móvil, vio esfumarse dos terceras partes de su valor, aunque se ha recuperado. Ayer, en Nueva York, sus papeles se cotizaban en 30 dólares, bajaron de 70. Este día sus socios se enterarán de que disminuyen las ganancias de Telmex. Le regatean el permiso para su cadena de televisión, el calderonismo apapacha a Televisa, a la que se ha asociado el Fobaproa –¿Teleproa?– por conducto de Roberto Hernández. Es explicable que se sienta desencantado, frustrado, deprimido, y ayer rompió todo compromiso con la discreción que por mucho tiempo lo caracterizó y, salvado el preámbulo de “no quiero ser catastrofista”, pintó a brochazos gruesos, negros y grises, el desplome económico, financiero y social del país. “Van a quebrar las empresas, muchas chicas, medianas y grandes, van a cerrar los comercios, va a haber locales cerrados por todos lados, los inmuebles van a estar vacíos.” Y la ruina de los negocios se convertirá en un desempleo como no se ha registrado en los últimos 30 años.
El reparto del pastel
Sería tal vez una inelegancia de esta sección mencionar, ante el dramatismo del mensaje, que desde mucho tiempo atrás empresarios de todos tamaños –y sobre todo los jóvenes y con menos experiencia–, sufren la quiebra de sus negocios, ven cerrados sus locales, los inmuebles vacíos y desemplean a sus trabajadores, por la implacable competencia del grupo Slim. Hay dos temas en que le asiste la razón: el gobierno no debe usar a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad para recaudar dinero cuando no puede subir más los impuestos, porque los altos precios de los energéticos son nefastos para la economía. Tampoco debe seguir la bizantina discusión sobre si el PIB crecerá uno, cero o menos cero puntos. Lo importante es que se reparta el pastel, cualquiera que sea su tamaño, con un sentido de justicia. En ambos temas Slim puede dar ejemplos magníficos. Me gustaría que comenzara con los muchachos que atienden sus librerías Sanborns: ganan un salario mínimo y una mínima comisión, y lo peor es que las ventas están bajando.
Desencantados
¿Hubo una crítica velada de Slim a Calderón? No le gustan los catastrofismos al panista, quisiera que viéramos el panorama con algún optimismo, a pesar de los datos duros de la economía y la violencia. Los hombres del poder económico fueron quienes lo instalaron en Los Pinos, cada día son más los desencantados, pero tal vez hacen mal en lamentarse. La catástrofe de la que decían que andaban huyendo ya la tienen encima.
e@Vox Populi
Asunto: plagio literario
En el libro titulado Las disciplinas académicas en la aldea global: seminario Universidad sin condición (Universidad Iberoamericana, ciudad de México, 2008), hay un artículo firmado por el M en C Alejandro Mendoza Álvarez que se titula “Los feudos disciplinares en el espacio universitario” (págs. 69-82). Tal vez muchos lectores no han advertido que se trata de una reproducción de los capítulos 2 y 3 (más algunas partes de los capítulos 1, 4, 5, 7 y 8) del libro Tribus y territorios académicos: la indagación intelectual y las culturas de las disciplinas (Gedisa, Barcelona, 2001), cuyo autor es Tony Becher. El maestro Mendoza sólo puso el título y su nombre a los párrafos ajenos. Copia flagrante y torpe que constituye una infracción a la Ley de Derechos de Autor y que las autoridades de esta universidad jesuita no quieren ver, pese a los reclamos de la editorial Gedisa. ¿Será un caso de tozuda protección para uno de sus funcionarios más importantes? En efecto, el maestro Mendoza Álvarez es el director de la división de humanidades. El lema de la Universidad Iberoamericana dice “La verdad nos hará libres”.
Dr. Arnulfo Herrera / investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
R: Hay que dar el beneficio de la duda a las autoridades superiores de la Ibero, quizá no estaban enteradas. Ya lo están.
Asunto: Vivir Mejor
Las televisoras nos toman por idiotas. Los tiempos del Estado no han cambiado, siguen siendo 48 minutos al día. Antes del 1º de febrero acomodaban sin ningún problema los espots estatales en bloques comerciales. Ahora esos mismos tiempos estatales los quieren insertar a la mitad de la programación para fastidiar la gente y ponerla en contra del IFE, y de paso presentarse como víctimas de la reforma electoral. Es decir, nos quieren ver la cara de imbéciles. Las televisoras estaban acostumbradas a recibir miles de millones de pesos de los contribuyentes, vía IFE y partidos políticos, que antes recibían por los espots. Entonces simplemente están haciendo lo que hacen otros poderosos de este país: tratar de preservar o recuperar sus privilegios a costillas de los mexicanos de a pie.
Lic. Patricio Cheung Espinosa / Hermosillo
R: El gobierno no puede encararlas por una razón simple: las necesita para que convenzan a la gente de que violencia y devaluación son compatibles con la idea de Vivir Mejor.
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