■ Reporte anual subraya el reto que representan los gobiernos “populistas” de América Latina
El poder de los cárteles crea ingobernabilidad en México, asegura la inteligencia estadunidense
Nueva York, 12 de febrero. A pesar de un desempeño económico sólido en los últimos años, los países de América Latina sufren las consecuencias de la crisis financiera global, y eso resalta el desafío que aún representa para los intereses estadunidenses los gobiernos “populistas” en la región, de acuerdo con la evaluación anual de los desafíos estratégicos de Estados Unidos presentado hoy.
El informe señala que el poder de los cárteles de droga mexicanos “impide” la capacidad de las autoridades federales de México de gobernar partes de su territorio e inhabilitan la consolidación de instituciones democráticas.
Dennis C. Blair, el nuevo director de Inteligencia Nacional del gobierno de Barack Obama, presentó hoy esta evaluación ante el Congreso, y en su testimonio por escrito, ofreció el panorama global según las agencias de inteligencia de Estados Unidos, incluidas las condiciones en América Latina.
“Las economías latinoamericanas, después de cinco años consecutivos de desempeño sólido, están sintiendo las repercusiones de la crisis global financiera”, indicó Blair, al señalar que la tasa de crecimiento de la región será de sólo 1 por ciento. Afirmó que la picada en precios de productos de exportación, incluidas materias primas, una reducción en inversión extranjera y una dramática reducción en remesas, afectarán toda la región.
Al elogiar el fortalecimiento de la democracia en el área, indicó que en los países que representan gran parte del PIB y población de América Latina (Brasil, México, Chile, Colombia y Perú), las “políticas pro mercado ya generaron dividendos económicos importantes que ayudan a fortificar los avances democráticos”.
Pero Blair advierte que lo ocurrido en el último año –o sea la crisis– “subraya el desafío que los regímenes populistas, frecuentemente autocráticos, aún presentan en la región. Venezuela atrae un apoyo popular sustancial, aunque en declive en la zona, pero su influencia probablemente se reducirá al incrementarse sus problemas económicos. Cuba, aunque un caso perdido económicamente, aún puede influir a la izquierda latinoamericana por su llamada posición ‘antimperialista’”.
Otros como Bolivia, y a un grado menor, Argentina y Ecuador, han abrazado políticas populistas pero también probablemente se quedarán atrás”, resumió Blair.
Indicó que los temas básicos de ley y orden ante una creciente ola de crimen violento y poderosos cárteles de droga también afligen a varias naciones del hemisferio, así como la necesidad de enfrentar corrupción e instituciones de gobierno aún débiles en algunos casos.
Blair reportó que las políticas fiscales y monetarias “sanas” de México probablemente ofrecerán algún blindaje a la volatilidad económica internacional, pero que por su dependencia de exportaciones a Estados Unidos y los precios petroleros, el país “podría sufrir un fuerte golpe de una prolongada recesión estadunidense”.
En otro rubro, registra que “la influencia de corrupción y creciente violencia de los cárteles de droga mexicanos, los cuales están entre los grupos de crimen organizado más poderosos en el mundo, impiden la habilidad de las autoridades federales de gobernar partes de su territorio y construir instituciones democráticas efectivas”.
El informe destaca que el nivel de violencia de los cárteles en respuesta a la ofensiva antinarcóticos del gobierno de Felipe Calderón, indica cada vez más la disposición a matar a oficiales y funcionarios de alto nivel.
Cuba
El informe presentado por Blair considera que Raúl Castro mantendrá la cautela para reformar la economía de su país. “No hemos visto ninguna indicación en los modestos cambios que ha implementado de que tiene la intención de abandonar los principios básicos económicos comunistas, como el control estatal de la producción. En el frente político, todo indica que Raúl continuará negando el ejercicio de la libre expresión a elementos de la sociedad civil y disidentes prodemocráticos”.
A la vez, señala que la asistencia venezolana, en particular ventas de petróleo subsidiadas y pagos por médicos cubanos, entre otros, continuarán sirviendo como la línea de salvación de Cuba, a pesar de sus intentos por atraer inversiones de otros países.
Se pronostica que el gobierno cubano continuará con sus esfuerzos de promover la “legitimidad internacional” del régimen con una imagen política más moderada pero que “Cuba, casi seguramente, detrás del escenario permanecerá muy involucrada en el asesoramiento y apoyo de gobiernos autoritarios populistas en América Latina y de otras manera buscando minar la influencia estadunidense a través de la región”.
Venezuela
La evaluación indica que los crecientes problemas económicos que enfrentará el régimen de Hugo Chávez limitarán cada vez más su margen de maniobra dentro y fuera de su país. Identifica como preocupantes sus relaciones con Irán y Rusia, y acusa que ahora es el segundo punto de tránsito de cocaína más importante de la región, después de Colombia. La cooperación antinarcóticos con Estados Unidos se ha deteriorado después de la expulsión del embajador estadunidense, y destaca la negativa en otorgar visas para agentes de la DEA.
Califica el impulso del referéndum del próximo domingo como manifestación de una preocupación con la posibilidad de que las ganancias petroleras reducidas podrían “minar su capacidad para mantener programas domésticos populares”.
Calcula que si el precio del petróleo se mantiene por debajo de 50 dólares por barril para gran parte de 2009, “Chávez probablemente se verá forzado a realizar recortes mayores en el gasto doméstico y extranjero, o a devaluar la moneda venezolana”, entre otras cosas.
Considera que Chávez enfrentará mayores límites para ampliar su influencia en la región, pues aunque su mensaje y su asistencia han rendido “dividendos”, sus enfrentamientos con algunos líderes han “opacado su imagen, y los precios petroleros en declive podrían minar su habilidad de comprar amigos”.
Pero reconoce que Hugo Chávez “permanece como el político más popular de Venezuela” y que mantiene el control de las principales instituciones del país.