■ El gobierno de Calderón, distante y poco interesado en responder a la sociedad, sostiene
El fracaso neoliberal, eje de la campaña perredista
El gobierno panista ha protegido “criminales corruptos y delincuentes políticos de cuello blanco” e impuso un modelo de desarrollo económico depredador que ha llevado a millones de mexicanos a la exclusión social, advierte el PRD en su plataforma electoral 2009.
El eje de las campañas de los candidatos perredistas será una puntual crítica al gobierno de Felipe Calderón, al cual califica de distante y poco interesado en responder cabalmente a la sociedad.
En lo político, el PRD destaca el sometimiento del Estado a factores reales de poder: monopolios, empresas trasnacionales, grupos financieros, consorcios televisivos y las estructuras corporativas de algunos sindicatos.
Además –precisa la plataforma– el país se debate en una de las peores olas de violencia de su historia; sin embargo, la respuesta gubernamental (declarar la guerra al narcotráfico) es inadecuada y contraproducente, en especial por tratarla sólo como si fuera un asunto policial.
El PRD critica la participación de más de 50 mil militares sin controles constitucionales en las calles y, en cambio, propone que los planes de seguridad sean una decisión política que deben tomar las fuerzas del país, con el objetivo de recuperar la conducción en este ámbito.
“La estrategia de guerra unilateralmente decidida por el jefe del Ejecutivo de militarizar la seguridad para combatir el crimen mayor, ha fracasado”, señala.
El diagnóstico del PRD, base para sus mensajes y propuestas de campaña en el curso del actual proceso electoral, advierte que “las equivocadas decisiones del gobierno federal” en economía han dejado al país en la más absoluta de las indefensiones con un crecimiento inferior a 3 por ciento, que redunda en una crisis enorme.
El entorno general en el país es “desesperanzador en muchos frentes”. En lo social –puntualiza– los programas para la superación de la pobreza se han convertido en mecanismos clientelares y asistenciales de compra de votos.
Afirma que “el gobierno de derecha se esfuerza continuamente en aumentar el gasto público en estos programas, pero dándoles un tinte de graciosa concesión y no de derechos garantizados”.
Acerca de la intervención en política, el PRD señala que entre los ciudadanos hay apatía y carencia de participación, especialmente por la falta de mecanismos efectivos de rendición de cuentas.
Entre las propuestas que abanderarán los perredistas destaca la difusión de la ley que permite la interrupción del embarazo (vigente en el Distrito Federal), aunque no precisa si intentará llevar esta despenalización a todo el país.
Las 50 cuartillas en que se detalla la plataforma electoral del PRD –difundida desde el viernes entre los integrantes de su comisión política– retoma algunas propuestas de Andrés Manuel López Obrador para la defensa de la economía popular, como la disminución de los sueldos de los altos funcionarios y establecer el principio de austeridad como criterio rector del servicio público.
La plataforma retoma los elementos del plan anticrisis presentado por la dirigencia de este partido en enero pasado, con énfasis en la necesidad de construir una estructura de apoyo social, particularmente en favor de quienes queden desempleados. De igual forma, disminuir 10 por ciento el precio de diesel, gas natural y las gasolinas.
Propone la entrega de despensas y un aumento de 8 por ciento al minisalario, así como una aportación económica de los sindicatos para apuntalar los programas.
El PRD busca incidir en el voto mediante una propuesta amplia en derechos humanos (incluso salud de la mujer, el apoyo a la diversidad sexual y genérica, y apoyos a adultos mayores).
Incluyó un apartado sobre las prácticas democráticas y otro acerca de seguridad y justicia; en éste destaca –como hace López Obrador en casi todos sus mensajes– que la exclusión social, producto del actual modelo económico, es la causa principal de la crisis de seguridad pública: más de 5 millones no estudian ni trabajan.