■ En 36 años sólo se han generado “islotes de crecimiento económico”
AMLO achaca al neoliberalismo el despoblamiento del país
Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador saluda a simpatizantes, ayer en el municipio sonorense de Soyopa Foto: La Jornada
Bacanora, Son., 14 de febrero. La situación del país “no está para maquillajes ni cambios cosméticos. Y no es sólo el problema económico, también está en lo político y en lo social; por ello, se requiere una renovación completa en la vida de México” reclamó Andrés Manuel López Obrador.
Al continuar su recorrido semanal por municipios serranos del oriente de Sonora, el tabasqueño lamentó el fenómeno de abandono y desolación que viven numerosos pueblos del territorio nacional. En casi todos, señaló, hoy hay menos gente que hace 30 años.
Bacanora, por ejemplo –su cabecera municipal–, tenía en 1980, 2 mil 500 habitantes y hoy no llega ni a mil. A decir del “presidente legítimo” este despoblamiento se debe al abandono de las actividades productivas por parte del gobierno. Denunció que en 36 años sólo se han producido “islotes” de crecimiento económico y empleo, sobre todo en las fronteras, las costa y los grandes centros urbanos.
“El resto del país se ha despoblado porque la gente se va adonde hay trabajo o abandona el país. Y esto, insisto, se debe al modelo económico, al abandono del campo, ya que el gobierno ha preferido la política absurda de comprar en el extranjero lo que aquí se consume.”
Mencionó que sólo por la compra de granos, cárnicos y derivados del petróleo en 2008 el país pagó más de 72 mil millones de dólares. “Por eso exigimos que se regrese al campo para hacer lo posible o esos pueblos se quedarán vacíos”, señaló López Obrador.
Antes estuvo en Soyopa, antiguo poblado de gran riqueza minera y que, sin embargo, hoy es una de las al menos seis cabeceras municipales (Sonora tiene 72) que carecen de camino pavimentado.
Así, el tabasqueño reiteró que en México no cambia nada si no se modifica “este régimen de injusticia; si esto se sigue descomponiendo habrá más inseguridad y violencia”.
En Bacanora, López Obrador recibió la bienvenida del alcalde priísta Rogelio Galindo. Ocurrió lo mismo hace dos semanas en Granados, donde el presidente municipal, René Durazo, también del PRI, estuvo presente en el mitin del líder opositor. Éste agradeció el gesto porque “aunque como él dijo, pertenecemos a organizaciones políticas distintas, somos mexicanos y buscamos que las cosas mejoren. Nosotros luchamos por los demás, luchamos por el prójimo, ésas son nuestras ideas, nuestros principios. No tenemos por qué pelearnos y menos aquí”.
Como lo dice, casi en cada plaza, López Obrador aseguró tener gran respeto por los priístas, a los panistas de los pueblos, porque no es con ellos el problema. “Si analizamos bien el problema está arriba; aquí no vive nadie que se parezca a Salinas de Gortari, aquí no vive nadie que se parezca a esa cacique sindical de Elba Esther Gordillo, aquí no vive nadie que se parezca a esa chachalaca ladrona de Vicente Fox. Aquí hay gente buena, trabajadora. Ahora estamos peor que en la época de Porfirio Díaz, porque en ese entonces eran 300 los que mangoneaban al país y ahora son 30 nada más y ninguno vive aquí”.
Insistió en que su movimiento “no se apacigua, no se detiene”, porque no acepta que haya “una clase parasitaria, improductiva, que se quede con el dinero del pueblo. ¡No queremos que este país sea para unos cuantos!”.
Por eso dijo que en la concentración del próximo martes en San Lázaro se redoblará la exigencia para que el gobierno recorte gasto corriente y se puedan destinar 200 mil millones de pesos a combatir los efectos de la crisis. “El gobierno es un mantenido” porque maneja el dinero del presupuesto en gastos inútiles, como los grandes sueldos de la alta burocracia y las millonarias partidas que destina a los gastos médicos de ésta y a los ex presidentes de la República”.
López Obrador se dijo “porque está cambiando la mentalidad del pueblo” y cada día hay más gente interesada en lograr la transformación que necesita México.
Sonora vive la efervescencia de las definiciones de candidaturas de los partidos para la renovación de todos los puestos de elección popular en julio, porque en ella los aspirantes que disputan las designaciones en PRI y PAN saturan el paisaje. La izquierda, sobre todo el PRD, está dividida y el PT tampoco ha tomado posición.