Telescopio
La “piedrita” de Fidel: La presidenta chilena Michelle Bachelet visitó Cuba donde fue recibida con todos los honores entre otras cosas porque su presencia, después de la de los primeros mandatarios brasileño y argentina, reafirmaba nuevamente la ruptura del aislamiento del gobierno cubano en la región, que durante años fue uno de los objetivos centrales de Washington. Fidel Castro, que aunque no tiene cargo oficial alguno sigue siendo dirigente del Partido Comunista cubano e influye en la política de su país mediante sus “Reflexiones”, recibió a Michelle Bachelet y elogió su visita pero recordó que la oligarquía chilena, en la Guerra del Pacífico, había robado a Bolivia su salida al mar, que reivindicó. ¡Ábrete tierra! Mientras el boliviano Los Tiempos, que es opositor, sostiene que las declaraciones de Fidel aumentan la cerrazón chilena, el ultraderechista diario chileno El Mercurio titula “Evo Morales agradece a Fidel su intromisión en las relaciones entre Chile y Bolivia” y La Tercera añade leña al fuego con una cita de la presidenta que dice “no aceptamos la injerencia de terceros ni en los asuntos domésticos ni en los asuntos bilaterales”. Chile, se sabe, está en un difícil proceso prelectoral en el cual la extrema derecha crece y el gobierno de la Concertación y la izquierda no consiguen presentar candidatos de arrastre. La diferencia de comportamiento entre Fidel Castro y la diplomacia cubana la explica el primero con una nueva “Reflexión” que destaca Granma, el diario oficial del Comité Central del Partido Comunista cubano: sus palabras fueron a título individual y la oligarquía chilena, no el pueblo chileno, arrebató a Bolivia su salida al mar. Ambas cosas son ciertas pero dicha oligarquía aprovecha ahora las palabras del líder cubano para impedir cualquier acuerdo con Bolivia y alentar el chauvinismo y el problema de la salida al mar para Bolivia pasa a primer plano en Chile de la peor forma posible.
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Lula se pone firme: El diario ultraconservador O Estado de Sao Paulo destaca en su primera página que el presidente Lula rechaza los despidos de trabajadores y dijo que las empresas ganaron mucho en 2008 y pueden hacer frente a la crisis sin expulsar mano de obra. Folha de Sao Paulo, por su parte, informa que en el estado del mismo nombre, sólo en enero, se perdieron 330 mil trabajos. A estas declaraciones hay que agregar que, en un discurso a los empresarios, según O Globo, Lula reveló que el presidente mexicano Felipe Calderón le había sugerido un préstamo conjunto mexicano-brasileño al FMI y él, Lula, habría respondido que a Brasil no le interesa el Fondo Monetario Internacional.