Desde otras ciudades

Homofobia en Francia

París. El Ministerio de Salud de Francia discute actualmente en París una ley administrativa que aumenta de 20 a 24 las donaciones de sangre anuales de un individuo, a la vez que alarga la edad límite de los donadores de 65 a 70 años, pero que mantiene la prohibición de donar el líquido vital a los homosexuales masculinos.

La titular, Roselyne Bachelot, doctora en farmacéutica, se desdice de su posición cuando asumió el cargo en 2007, alegando hoy “un riesgo demasiado alto (…) reconocido por los expertos, como es el periodo latente entre el contagio del VIH y su detección en muestras de sangre, (así como) los datos epidemiológicos incontestables que indican de 10 a 18 por ciento de contagio entre los gays, contra 0.2 por ciento entre los heterosexuales”, tal como declaró al diario Libération.

La nueva ley detalla las precauciones que deben tomarse, como los lapsos entre cada donación y las “contra-indicaciones” que pueden ser temporales o permanentes, entre éstas últimas figura la de “ser un hombre que ha tenido relaciones sexuales con otro hombre”.

En respuesta, asociaciones como las de Homosexualidades y Socialismo y Act-Up, entre otras, han criticado fuertemente a la funcionaria. Para Act-Up, por ejemplo, la “percepción (de la Ministro) de la epidemia del VIH es caduca (pues) no hay grupos humanos de alto riesgo sino prácticas de riesgo”, en las que los heterosexuales caerían cada vez más a juzgar por su porcentaje en las nuevas infecciones.

Esta restricción, que contrasta con la posición oficial de Portugal donde se acaba de abrir la donación de sangre a los homosexuales, afecta principalmente a quienes desean donar sangre a su pareja o seres queridos, pues la donación anónima no obligaría a declarar las preferencias sexuales .

Yuriria Iturriaga, corresponsal