■ Pumas no levanta y tiene seis unidades en el grupo de la muerte
Tuzos, firme en el superliderato
Pachuca, Hgo., 14 de febrero. En emotivo juego, la UNAM perdió 3-2 ante el combinado tuzo, que se hace llamar El equipo de México, y se afianzó en el liderato tras jugar con cinco foráneos: los argentinos Christian Giménez, Damián Álvarez y Muñoz Mustafá, el panameño Blas Pérez y de cambio el paraguayo Édgar Benítez, ello sin contar al naturalizado Miguel Calero y el nacido en Texas José Francisco Torres.
Tuzos está en la cima con 13 unidades y Pumas se quedó con seis puntos en el grupo dos, luego de su tercera derrota consecutiva.
Los dos equipos se trenzaron en un agradable y dinámico partido. Los auriazules comenzaron a bailar al ritmo que dispuso el anfitrión con su mejor toque y rotación del balón, por lo que los dirigidos por Ricardo Ferretti debieron aplicarse y adelantar filas para equilibrar el juego.
Ismael Íñiguez arribó a velocidad por el costado derecho sin compañero a la vista, entonces optó por tirar bajo el brazo estirado al máximo del gigantón Calero, quien se había lanzado sobre su costado derecho; la pelota se le escurrió por debajo e Íñiguez festejó el 1-0 en abrazo con Martín Bravo, al 37.
Poco duró el gusto a la ruidosa afición auriazul que acudió en buen número al estadio Hidalgo, ya que cuatro minutos más tarde llegó el empate. Damián Álvarez cobró un tiro de esquina, el zaguero Leobardo López pegó gran salto y con buena técnica incrustó el esférico a la izquierda del portero Odín Patiño.
El técnico de casa, Enrique Meza, quien antes de las hostilidades recibió afectuoso saludo de Ferretti, ingresó al delantero Édgar Benítez; sin embargo, fue Blas Pérez el encargado de dar la voltereta. Tras recibir un servicio del Chaco Giménez, el panameño definió de zurda, aunque luego salió por lesión en la muñeca izquierda.
La UNAM no claudicó y al 59, en una apretada jugada donde los hidalguenses pedían fuera de lugar, descolgaron Íñiguez y Bravo, Calero achicó al Cachas, quien cedió hacia el argentino que alcanzó a rematar ya casi sin ángulo de tiro, para el 2-2.
A cuatro minutos del final, un tiro de esquina cobrado por Álvarez sentenció el encuentro con excelente cabezazo de Paul Aguilar.