Quince eran menores de edad, informan las autoridades
Dádivas a policías a cambio de cuotas de indocumentados detenidos
Martes 17 de febrero de 2009, p. 38
Madrid, 16 de febrero. Las Islas Canarias volvieron a ser escenario de una nueva tragedia migratoria: 24 personas murieron ahogadas cuando se encontraban a sólo unos metros de costas españolas, de las cuales 15 eran menores de edad, de entre siete y 17 años, y una mujer estaba embarazada.
Las cifras oficiales arrojan un saldo de más de 130 personas muertas en 2008 –contabilizadas únicamente a partir de los cuerpos recuperados en territorio español–, si bien diversas organizaciones no gubernamentales hablan de más de 3 mil 500 desde enero de 2007.
Anoche, en la localidad de Teguise, en la isla de Lanzarote, se vivió una de las peores tragedias en la historia reciente de España: una embarcación en la que viajaban 30 personas encalló a 20 metros de la costa española.
Seis personas lograron sobrevivir gracias a que un grupo de jóvenes surfistas se encontraban en las inmediaciones, quienes al escuchar los gritos acudieron en auxilio de los migrantes, algunos de los cuales presentaban ya signos de hipotermia y desnutrición.
De Marruecos, varios sobrevivientes
Pero la dimensión de la tragedia se conoció hoy, cuando se inició el operativo de rescate de los cadáveres. El resultado: 15 menores de edad muertos, algunos de ellos de siete, ocho y nueve años, además de dos mujeres y dos varones. Varios de los indocumentados rescatados son originarios de Marruecos, por lo cual se cree que la embarcación salió del norte de ese país.
Al tiempo que ocurría la tragedia, los sindicatos de la Policía Nacional española denunciaron la nueva política que aplica el Ejecutivo español contra la migración, que fija a cada distrito policial de las grandes ciudades una cuota
de migrantes detenidos y expulsados a cambio de dádivas, como días libres.
Ante la indignación de los migrantes, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció que ha habido malentendidos
en la aplicación de la Ley de Extranjería. Indicó que la prioridad de la policía debe ser la detención de los indocumentados cuando estén vinculados a la delincuencia, al tiempo que defendió a los agentes por cumplir estrictamente con la ley
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