Personas que se oponen a la presencia del Ejército en las calles bloquearon los puentes internacionales de Ciudad Juárez, Chihuahua, y los de Tamaulipas, junto con las carreteras más importantes de esta última entidad. Decenas de mujeres y niños participaron en las protestas, que se extendieron a vías federales y avenidas de Veracruz y Monterrey, Nuevo León, cuyo gobernador José Natividad González Parás responsabilizó de estos hechos al cártel del Golfo.

En Ciudad Juárez, el vocero del Operativo Conjunto Chihuahua, Enrique Torres, dijo que la inconformidad no tiene razón de ser, y culpó a personas con uniforme militar de las violaciones a los derechos humanos. En Monterrey se usó por primera vez equipo antimotines con cañones de agua, y en los cruces fronterizos de Nuevo Laredo se retiraron los militares acantonados y sólo quedó una pequeña guardia que no enfrentó a los manifestantes.

En las protestas participaron cientos de hombres, mujeres y niños, gran parte transportados en camiones y muchos con el rostro cubierto. Todos gritaron consignas y exhibieron pancartas y carteles para denunciar los crecientes abusos que padece la sociedad civil.

En Ciudad Juárez, taxistas y familiares de personas presuntamente desaparecidas y torturadas por militares, bloquearon al mediodía los puentes internacionales Córdoba, Santa Fe, Caseta y Zaragoza –este último con un tráiler–, para exigir que el Ejército respete los derechos humanos y se retire de la localidad.

Gerardo Martínez, vocero de los taxistas que encabezaron el bloqueo, denunció que su compañero Osvaldo Martínez Sánchez –quien portaba un radio de comunicación como se acostumbra durante la prestación del servicio para protegerse de asaltos y robos– fue detenido el pasado 9 de febrero por militares a fin de verificar la frecuencia del equipo. Dos días después, el taxista ingresó a la cárcel con los brazos fracturados y cargado de droga; pero además de él, muchos otros han sido extorsionados por militares, que también les roban dinero, joyas, radios, celulares y herramienta en supuestas revisiones y en los retenes instalados, dijo.

En el puente Santa Fe o Paso del Norte, casi un centenar de mujeres y niños impidió el paso desde las 12 horas locales para exigir que el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ya no detenga, maltrate ni torture a las personas por tener tatuajes, y luego las acuse de narcotraficantes. Basta, ustedes tienen esposas e hijos; basta de desaparecer seres queridos. No más soldados. Están para ayudar, no para chingar ni torturar, decían carteles y pancartas.

Los inconformes demandaron que se investigue la actuación de las fuerzas castrenses y afirmaron que desde su incorporación a las tareas de seguridad y la aplicación del Operativo Conjunto Chihuahua, los homicidios crecieron más de 400 por ciento.

Enrique Torres, vocero del operativo, dijo que gente disfrazada es la que levanta ciudadanos para luego culpar al Ejército, cuyo personal respeta los derechos humanos y no detiene a nadie más tiempo del que permite la ley.

Por otra parte, toda la frontera norte de Tamaulipas tuvo cierre de puentes internacionales. Desde las 9:45 hasta las 15:30 del martes, más de 300 personas acusaron de golpizas, abuso de autoridad, robo y allanamiento a elementos militares y fuerzas federales, sin que se registraran incidentes violentos. Queremos paz, Fuera militares y federales, Respeten a los niños y Nos golpean por nada, fueron las leyendas mostradas por los manifestantes de Nuevo Laredo al cerrar a vehículos y peatones el paso hacia Laredo, Texas; los militares se retiraron y sólo quedó una pequeña guardia que no les hizo frente.

Asimismo, los dos puentes de Matamoros, la también fronteriza carretera Yescas-Valle Hermoso, la de Ciudad Victoria hacia San Luis Potosí y otra de Ciudad Mante, fueron otras vías obstruidas por decenas de civiles y campesinos. Lo mismo sucedió en el municipio de Río Bravo y el muy importante poblado Nuevo Progreso, donde no hubo actividad escolar.

Las obstrucciones provocaron caos vehicular durante tres horas, por lo que el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, reprobó los hechos. En un comunicado reiteró su apoyo al Ejército y las corporaciones federales, y reconoció el oportuno respaldo del presidente Felipe Calderón para velar por la paz social.

Por otra parte, en Monterrey, en vísperas de una gira de Felipe Calderón, prevista para miércoles y jueves, las manifestaciones continuaron por sexto día consecutivo. Hacia las 9:30 de la mañana iniciaron los taponamientos en la avenida Constitución, durante casi dos horas, pero ante el avance de la policía estatal y federal el grupo inconforme se replegó hacia la avenida Morones Prieto, bloqueándola 20 minutos.

Al mediodía se paralizó la avenida Fidel Velázquez durante unos 45 minutos, y por primera vez fue usado equipo antimotines con cañones de agua.

El gobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás, consideró muy probable un reforzamiento de la seguridad para evitar bloqueos y reveló nuevas amenazas de muerte contra mandos policiacos y autoridades. Asimismo insistió en que detrás de las protestas está el cártel del Golfo.

El secretario de Seguridad Pública, Aldo Fasci Zuazua, señaló que se trata de narcomanifestaciones, y la dependencia que encabeza reportó más de 50 detenidos, entre ellos un presunto cabecilla que dijo llamarse Israel Duarte y admitió reclutar en colonias populares a jóvenes por 500 pesos y a señoras por mil, más 500 por llevar niños a las protestas.

En Veracruz, tianguistas y vendedores de contrabando bloquearon varios tramos y las casetas de peaje en las autopistas Veracruz-Jalapa y Perote-México, así como La Tinaja-Cosamaloapan, Acayucan-Coatzacoalcos y Tuxpan-México. También se obstruyeron vías estatales en Papantla y la región de Los Tuxtlas. Todas las protestas duraron en promedio cinco horas y quedaron varados miles de vehículos.

Unas 200 personas exigieron el retiro de los efectivos militares que participan en el Operativo Veracruz Seguro. Desde las 10 horas bloquearon la avenida Rafael Cuervo, y colocaron una manta con la leyenda: Señor Presidente, los delitos no pueden combatirse con otros delitos.

(Rubén Villalpando, David Carrizales, Carlos Figueroa, Martín Sánchez Treviño y Andrés Timoteo Morales, corresponsales. Con información de Reuters, Afp y Notimex)