Lo confunde con su hermano Ramón, muerto el 10 de febrero de 2002
Eduardo Arellano Félix, cuando en realidad se trata de su extinto hermano Ramón. En la segunda gráfica aparece el auténtico Eduardo, apodado El Doctor
Miércoles 18 de febrero de 2009, p. 6
El gobierno de Estados Unidos confundió a Eduardo Arellano Félix con su hermano Ramón, muerto el 10 de febrero de 2002 durante un enfrentamiento con policías municipales en Mazatlán, Sinaloa. Este error pone en riesgo la extradición al vecino país de Eduardo Arellano, apodado El Doctor, y deja al presunto capo de la droga, preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, ante la posibilidad de recuperar su libertad.
La confusión fue atribuida por los abogados del extraditable a la embajada estadunidense en México, ya que, como parte del procedimiento de extradición contra El Doctor, Estados Unidos entregó a las autoridades diplomáticas de nuestro país y a la Procuraduría General de la República (PGR) diversas fotografías para identificarlo físicamente, pero en realidad los retratos impresos corresponden a Ramón Arellano Félix.
Aprovechándose de ese error, los defensores de Eduardo entregaron la semana pasada al juez federal mexicano que dará su opinión a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) respecto a si procede legalmente la extradición de Arellano, un peritaje realizado por un médico especialista en criminología.
En ese dictamen de identificación se concluye que las fotografías entregadas por autoridades estadunidenses no corresponden a la fisonomía de El Doctor, sino a la de uno de sus seis hermanos varones.
El artículo 25 de la Ley de Extradición Internacional, que regula los juicios en esa materia abiertos en territorio mexicano, establece como excepción fundamental que impide la entrega a un país requirente de un extraditable, el que una persona sea distinta de aquella cuya extradición se pide
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Las fotografías equivocadas, de las que posee copia La Jornada, constan en el expediente de extradición 03/2008, abierto en el juzgado 14 de distrito de procesos penales federales en la ciudad de México. En el documento se exhiben dos fotos con los números Exhibit 10-A y Exhibit 10-B, cuyos pies de grabado refieren el nombre de Eduardo Arellano Félix.
Incluso, la embajada de Estados Unidos ni siquiera tuvo el cuidado de revisar el nombre que se inscribió abajo de una de las placas de identidad enviadas dentro del juicio de extradición abierto contra El Doctor, ya que la fotografía señalada con el número Exhibit 2-A –también en poder de este diario– incluye el nombre de Ramón Arellano Félix, cuando en realidad debió decir Eduardo Arellano.
Los fiscales estadunidenses fincaron diversas acusaciones contra El Doctor, dentro de la causa penal CR2520K, que inició la corte federal del distrito sur de California. Se trata de cinco cargos penales: uno por delincuencia organizada, otro por lavado de dinero y tres por asociación delictuosa para importar a Estados Unidos diversas cantidades de cocaína y mariguana.
Los errores de la embajada pudieron obedecer a la premura con la que se armó el expediente diplomático. Esto debido a que cuando Eduardo Arellano fue detenido hace cuatro meses en la ciudad de Tijuana, no enfrentaba ninguna orden de aprehensión en nuestro país, y Estados Unidos tuvo que enviar su petición de detención con fines de extradición en menos de tres días para evitar que el detenido fuera liberado.
A decir del penalista Américo Delgado de la Peña, quien ha sido abogado en México de la mayoría de los integrantes de la dinastía Arellano Félix, “estos errores de la embajada estadunidense en el caso de Eduardo obligan (a la cancillería mexicana) a que niegue su extradición y permitirán que El Doctor recupere su libertad”.
Dijo que la prueba pericial que demuestra el error de los estadunidenses fue realizada por el criminalista Ángel Gutiérrez Chávez. La última palabra la tiene la SRE. Pero aun si la cancillería concediera la extradición de Eduardo Arellano, en violación a la Ley de Extradición Internacional, El Doctor podrá recurrir al juicio de amparo.