Nunca es cobijo de impunidad ni encubrimiento, sostiene
Viernes 20 de febrero de 2009, p. 3
General Escobedo, NL., 19 de febrero. A quienes claman
por abolir el fuero de guerra, el secretario de la Defensa, Guillermo Galván, les dijo que éste nunca es cobijo de impunidad y se comprometió a que el Ejército no encubrirá a nadie, pero también apoyará a sus integrantes si la acusación no fuese probada.
“Nadie –trátese de general o soldado—habrá de ser encubierto, si en un proceso indagatorio resulta responsable. Pero si la presunción no fuese probada o la acusación formase parte de argucia manipuladora o maniobra vengativa, el Ejército respaldará con firmeza a sus integrantes”, afirmó.
Al conmemorar el Día del Ejército en esta entidad, donde se dieron las primeras manifestaciones callejeras contra la presencia de las fuerzas armadas, el general aseguró que esa institución es respetuosa de la legalidad.
Resaltó que la labor subsidiaria que realiza el Ejército para la preservación de la seguridad pública tiene sustento jurídico, y por ello consideró necesario el debate legislativo para analizar este soporte.
En el festejo, realizado en la séptima Zona Militar, sostuvo que es un desiderato urgente fortalecer las seis jurisprudencias emitidas por la Suprema Corte en la materia y dio la bienvenida a todas las iniciativas e impulsos que se realicen para consolidar esta legislación.
Pero en el caso de aquellas voces que claman por abolir el fuero de guerra, les decimos que éste es la jurisdicción donde se previene el quebrantamiento de la disciplina militar y se ejercen penas ejemplares para quienes la transgreden
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Al abogar por la permanencia del fuero de guerra, expuso que a partir del primer día de servicio, y aun en situación de retiro, los soldados permanecen sujetos a las normas que rigen la conducta civil y militar.
Recordó que desde 1933, delitos contra el derecho de gente, el abuso de autoridad, maltrato, pillaje, saqueo o violencia contra las personas, integran la columna vertebral del Código de Justicia Militar. Aseguró que están conscientes de que el cumplimiento de tareas en la coyuntura actual transcurre mayormente en una riesgosa franja donde la sociedad se desenvuelve y la delincuencia suele agazaparse.
Desde la perspectiva de Galván, el Ejército se ha replanteado ante una comunidad democrática demandante de sus derechos y ahora es una institución abierta y transparente. Reconoció que enfrentan delicados desafíos, y declaró que por eso es tiempo de actuar sin cobardía, con coraje, sin ira ciega. De abandonar letargos donde algunos se encuentran
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Ante los severos golpes
que el gobierno federal viene asestando a los intereses mezquinos del narcotráfico, se quejó de que este flagelo ha recurrido a la venganza cobarde y con sevicia
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