Domingo 22 de febrero de 2009, p. 22
Washington, 21 de febrero. El presidente Barack Obama ordenó este sábado al Tesoro de Estados Unidos que comience a aplicar recortes de impuestos para 95 por ciento de los estadunidenses, con lo que cumple una promesa de su campaña electoral que espera ayude a la economía a salir de la recesión.
Los recortes de impuestos son parte de un plan de recuperación económica de 787 mil millones de dólares aprobado por el Congreso.
Me complace anunciar que esta mañana el Departamento del Tesoro comenzó a ordenar a sus empleados que reduzcan la carga de impuestos en los cheques de pagos, lo que significa que para el primero de abril la familia típica comenzará a recibir 65 dólares más al mes
, sostuvo Obama en su discurso radial semanal.
Bajo este esquema, las personas individuales conservarán en promedio 400 dólares y las familias 800 dólares anuales en 2009 y 2010.
Obama prometió poner el mismo esfuerzo en contener los billonarios déficits que afronta el país y declaró que tanto él como su gobierno están decididos a hacer todo lo que podamos para tener los explosivos déficits bajo control mientras se recupera nuestra economía
.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el déficit de Estados Unidos para el año fiscal 2009 se elevará a un récord de 1.2 billones de dólares.
Según un funcionario del gobierno, Obama usará su primer presupuesto, que develará la próxima semana, para colocar a Estados Unidos en camino de reducir un enorme déficit fiscal a la mitad para 2013.
El déficit que esta administración heredó es de 1.3 billones de dólares o 9.2 por ciento del PIB. Para 2013, al final del primer periodo del presidente, los presupuestos recortarán el déficit a 533 mil millones de dólares o 3 por ciento del PIB
, dijo este sábado el funcionario que habló a condición de anonimato.
La mayor parte del ahorro vendrá de reducir la guerra en Irak, incrementos de ingresos de aquellos que ganan más de 250 mil dólares por año, ahorros por eficiencias en el gobierno y la eliminación de programas que no funcionan
, añadió el funcionario.
Influyentes republicanos y otros críticos dijeron que el gigantesco plan de gastos hipotecaría el futuro de Estados Unidos, por el cual los hijos y nietos del país pagarán un precio enorme
.
Sin embargo, el presidente estadunidense aseguró que está decidido a poner el gasto bajo control, señalando que esa labor comenzará este lunes, cuando se reúna en una cumbre fiscal con expertos y legisladores, entre otros, para discutir cómo recortar el déficit.