El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, reapareció ayer en público en la inauguración de la Expo Comm México 2009, foro que aprovechó para señalar que está siendo víctima de espionaje y extorsión, afirmó que la ley está siendo violentada por intereses cobardes que confían en la impunidad, y advirtió que el Estado mexicano y sus instituciones no pueden aceptar el chantaje ni la extorsión como criterios para la toma de decisiones

En este contexto, la Secretaría de Gobernación entregó a la Procuraduría General de la República (PGR) los discos que contienen llamadas telefónicas en las que participa el funcionario, para que se investiguen los presuntos delitos relativos a la escucha ilegal de conversaciones privadas.

El titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, dijo a La Jornada que el material –que le hizo llegar Purificación Carpinteyro, ex subsecretaria de Comunicaciones– sería remitido a la PGR, porque tras el análisis de las conversaciones telefónicas se comprobó que la ex funcionaria no participa en esos diálogos grabados, por lo que se procederá con base en lo que indica la Constitución política.

Porque si esta mujer (Carpinteyro) me hace llegar a mí comunicaciones en las que ella participa, la Constitución dice que esas grabaciones pueden ser legales; si no participa ella, pudieran ser ilegales y, entonces, tengo que reportarlo a la PGR, comentó Gómez Mont a este diario, al término del foro Seguridad y su impacto en el comercio fronterizo.

En forma paralela, funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presentaron una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) por presunta malversación de recursos públicos durante la gestión de Purificación Carpinteyro Calderón en el Servicio Postal Mexicano (Sepomex).

Según fuentes de la dependencia, explícitamente no se señala a Carpinteyro como responsable de la malversación, pero se indica que las irregularidades se registraron en el tiempo en que se desempeñó como directora general de Sepomex, es decir, de 2006 a septiembre de 2008.

La querella se presentó en la Oficialía de Partes de la SFP, luego que el titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SCT, Gerardo Sánchez Henkel, se presentara ante la Procuraduría General de la República (PGR), el miércoles pasado para ampliar una queja por intercepción y divulgación de comunicaciones privadas del titular de la SCT.

Por otra parte, Luis Téllez coincidió en la inauguración con el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna, quien según la ex subsecretaria de Comunicaciones, Purificación Carpinteyro, fue quien le entregó el disco que contiene las grabaciones de llamadas intervenidas a Téllez; sin embargo, el funcionario rechazó hacer comentarios sobre su participación en este tema, y señaló que el caso está bajo investigación de la Procuraduría General de la República (PGR).

Osuna negó tener en su poder ninguna grabación y aseguró que no renunciará al cargo por este escándalo.

Ante empresarios y especialistas de la industria de las telecomunicaciones, Luis Téllez hizo anuncios de relevancia tecnológica y económica para el sector, como la próxima licitación de frecuencias y el refrendo de concesiones, y usó este foro para abordar el conflicto que se desató por la intervención de sus llamadas telefónicas y la difusión de éstas, en el que presuntamente está involucrada la ex subsecretaria de Comunicaciones Purificación Carpinteyro.

Como parte de su discurso alertó que las telecomunicaciones pueden utilizarse para socavar la dignidad de las personas, cuando la tecnología se aplica de manera ilegal para realizar espionaje y anular la privacidad, y sin más señaló que como ha visto la opinión pública, estoy siendo víctima de una extorsión como secretario de Comunicaciones y Transportes y como ciudadano.

Aseguró que las grabaciones que se han dado a conocer no revelan que alguna acción mía esté fuera de la ley. No he incurrido en acciones ilegales. Sé que más grabaciones pueden venir, como se amenaza: tampoco reflejarán actos indebidos. Me he conducido en todo momento de acuerdo con mis atribuciones, es decir, dentro de la ley.

Reconoció haber utilizado un lenguaje altisonante como lo hacen muchos en conversaciones privadas y dijo estar profundamente apenado por haber ofendido a ciertas personas, algunas de ellas conocidas de muchos años atrás. Pido una disculpa a quienes se han visto afectados por este chantaje infame de que soy objeto.