Viernes 27 de febrero de 2009, p. 39
En medio de una guerra de gritos en favor y en contra, y esquivando las botellas de agua o desechos de comida que desde un extremo lanzaban los opositores a la construcción de la línea 12 del Metro, el jefe delegacional de Tláhuac, Gilberto Ensástiga Santiago, bajó las escalinatas del recinto de Donceles y Allende para subir de inmediato a su automóvil. Al término de su comparecencia ante la Comisión de Administración Pública Local de la Asamblea Legislativa del DF, Ensástiga Santiago reconoció que para evitar cualquier tipo de agresiones había convocado a simpatizantes a Donceles. Antes de las 10 de la mañana alrededor de medio centenar de manifestantes con pancartas de repudio a la construcción del Metro trató de llegar a las escalinatas, lo que originó algunos roces con los simpatizantes de Ensástiga.