Dos mil y una noches, nuevo título del autor
como algo bueno del país
Viernes 27 de febrero de 2009, p. 7
¿Qué le habría sucedido a un ciudadano mexicano, de apellido árabe, si justo el 11 de septiembre de 2001 hubiera volado de Nueva York al Distrito Federal?
El escritor Rolo Diez (Junín, Argentina, 1940) se aventura a imaginar el horror en el que se habría convertido la vida de esa persona en su nueva novela Dos mil y una noches (Ediciones B), en lo que parece más un retrato de los laberintos subterráneos de la impartición de justicia en el país.
Agentes de servicios de seguridad e inteligencia que delinquen y yerran, policias chilangos que buscan combatir el terrorismo y el amor como única salvación posible construyen un relato ágil, cuyo hilo conductor es el humor.
¿Sangre y carcajadas en un mismo paquete?, se le pregunta al autor, quien se apresura a responder: “son las grandes contradicciones de la vida y la literatura. El mexicano, por suerte, tiene un humor sabroso, puede tomar cualquier hecho tremebundo, el más horrible, y en seguida encontrarle la vena chispeante. Apenas vi en Internet que ya hay dos corridos sobre El Pozolero, por ejemplo. Creo que es una cosa buena que tiene el país”.
En entrevista con La Jornada, el escritor, quien tiene ya 28 años viviendo a México, afirma que “el humor es una de las virtudes qué más reivindico en todo lo que hago. No sé si es fácil o difícil de hacer, pero me gusta practicarlo e intentarlo, porque tiene que ver con la ironía.
La novela, explica, aunque habla de lo acontecido hace ocho años, aborda un tema que, a la luz de lo que ha pasado las recientes semanas, sigue siendo el mismo: la agresión contra el mundo árabe. Desgraciadamente vamos a seguir encontrando historias de este tipo porque la agresividad del Estado de Israel no se va a calmar, Estados Unidos, aunque ahora tenga un presidente un poco más presentable que Bush, no va a cambiar su política de apoyo absoluto al Estado israelí. El mundo árabe seguirá siendo un tema que provoque conflicto
.
Agrega que la inquietud por escribir Dos mil y una noches le surgió a partir de ver la enorme desinformación que se empezó a lanzar sobre el mundo luego de lo atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York.