El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, adelantó que el gobierno de Raúl Castro se prepara para la visita de Felipe Calderón a la isla, en abril próximo, para darle todo el impulso a las relaciones entre ambos países, a fin de que se incremente el comercio, la inversión y la cooperación.

Entrevistado en el contexto de la mesa denominada El esfuerzo de los pueblos de América Latina por crear su propia alternativa: Cuba y Venezuela toman la palabra, realizada en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, el canciller refirió que tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, se ha duplicado el comercio, con respecto a 2007, aunque aún hay gran potencial.

Subrayó que Cuba está en la mejor disposición de cooperar en materia social con México, pero eso depende del gobierno de Felipe Calderón. “Estamos en la disposición de cooperar en aquello que podemos. Lo estamos haciendo en materia de educación en muchos estados (de la República). De hecho, hemos contribuido a que se alfabeticen más de medio millón de mexicanos con el método cubano ‘Yo sí puedo’”, según afirmó.

Durante el panel, Aguilera comentó que a pesar de las diferencias políticas entre los gobiernos de Cuba y México –en alusión a lo ocurrido en 2004, cuando Vicente Fox virtualmente rompió relaciones con La Habana–, se ha demostrado que la relación entre ambos gobiernos es indestructible.

Ante decenas de universitarios se congratuló de la respuesta del pueblo de México, gracias a cuya presión se volvieron a normalizar las relaciones bilaterales, en el actual gobierno. También recordó los lazos históricos entre México y Cuba, así como la influencia de la Revolución Mexicana en la Cubana.

En compañía de Dalia Eloisa Lagonell Castillo, encargada de negocios de la embajada de Venezuela en México, y quien habló de los avances de la revolución bolivariana con Hugo Chávez al frente, Aguilera habló de los logros del gobierno de Fidel Castro, a pesar de enfrentar 50 años de bloqueo económico por parte de Estados Unidos; éste, dijo, ha causado a La Habana un daño estimado en más de 93 mil millones de dólares. Más los 45 millones de dólares que invirtió George W. Bush en su gestión para fabricar, sostener y dirigir una presunta oposición al régimen de Castro, el cual, pese a los embates de medio siglo, logró que el producto interno bruto creciera 4.3 por ciento en 2008 y 7 por ciento en 2007.

Habló además de sus cinco compatriotas, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, presos en Estados Unidos desde 1998, debido a que monitoreaban planes terroristas que exiliados cubanos organizaban contra la isla desde Florida.

De las nuevas disposiciones de Barack Obama, refirió que es positiva la medida de cerrar la prisión de Guantánamo, pero insuficiente, porque hay que cerrar la base militar, y respecto a eliminar las últimas restricciones que Bush impuso a Cuba –sobre los viajes de los cubanos que residen en Estados Unidos a La Habana y de las remesas–, confió en que se cumpla. Sin embargo, es insuficiente, porque lo que hay que levantar es el bloqueo que es condenado por el mundo entero, el cual es criminal y un fracaso.