Las negociaciones entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) podrían concluir en marzo próximo con un incremento de 5 por ciento al salario y 2 por ciento en prestaciones.

De acuerdo con integrantes de las tres mesas de trabajo instaladas para tal fin –educación básica, homologados y personal de apoyo–, las pláticas tienen un importante grado de avance y, de hecho, dependerá de las negociaciones que se realicen en los próximos 15 días la posibilidad de hacer público el acuerdo en el mes que está por iniciar.

Sin embargo, dejaron en claro que en el actual contexto político no se pueden descartar situaciones de contingencia que modifiquen la buena marcha de las pláticas y eviten, como está previsto, la pronta firma del convenio que impactará el ingreso de alrededor de un millón 500 mil trabajadores de la educación.

Por su parte, miembros de la organización sindical que también participan en las discusiones, señalaron que lo ideal sería obtener el porcentaje correspondiente a la inflación más tres puntos.

En la primera quincena de febrero, la inflación fue de 6.25 por ciento, lo que significa que la cifra óptima sería un aumento de 9 por ciento.

No obstante, el aumento que se ha ofrecido a las organizaciones gremiales no ha rebasado el tope de 4.25 por ciento directo al salario y 2 por ciento en prestaciones.

Las fuentes expresaron que uno de los puntos en los que aún no han logrado el consenso es en en torno a la revisión de las promociones que impacta directamente al escalafón. Para ello, se discuten reglas de operación con la finalidad de establecer criterios similares para los trabajadores adscritos a diferentes instancias educativas.

Lo anterior también repercute en otros ámbitos, como la realización de un perfil profesional. Otro de los temas que sigue en el debate es el número de plazas por crear.

Sin embargo, tanto sindicalistas como funcionarios de la SEP coincidieron en que su principal disenso radica en una profunda diferencia de enfoque sobre el quehacer educativo.

En el gobierno calderonista se ha implantado la tradición de dar respuesta al pliego petitorio del sindicato, encabezado por Elba Esther Gordillo, mucho antes de que los docentes festejen su día, el 15 de mayo. Esto, porque la lideresa magisterial así lo solicitó al Ejecutivo, el que ha atendido puntualmente las demandas de la maestra.

Con el gobierno antecesor, la usanza de dar a conocer la oferta salarial el Día del Maestro se rompió.

En el año 2004, los profesores de educación básica celebraron su día sin saber el monto de incremento ya que, para entonces, las discusiones entre las partes todavía no concluían.

La negociación salarial se divide en tres ámbitos: la enseñanza básica, con alrededor de un millón de docentes; los llamados homologados –de educación media superior y superior–, cuya cifra es de 300 mil agremiados, así como el personal de apoyo y asistencia que asciende a alrededor de 200 mil trabajadores.