Este sábado en Oaxaca, “mejor que pasen la pelea por la tele para que vean que lo mío no es puro actuar en las novelas; también sé pelear y tengo técnica”.

Sin rodeos, Ana María Torres reconoce que su desafío será doble: retener el título mundial interino supermosca, del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante la colombiana Paulina Cardona, y aprovechar que la función será transmitida por señal abierta, como pocas veces ha ocurrido.

Pese a sumar 10 años en el boxeo profesional, haber sido dos veces campeona mundial del CMB, doble monarca de México y una de América del Norte, pocas veces el público nacional la ha visto en acción sobre el cuadrilátero y la reconoce más bien por su aparición en telenovelas y programas de entrevistas.

Como a menudo ocurre con las peleadoras mujeres, su combate fue relegado a un lugar no protagónico.

Aunque será la única integrante del cartel que defiende un título mundial del CMB, no le concedieron el duelo estelar, sino que abrirá la función a las 22 horas en el auditorio Guelaguetza.

No obstante, eso no la preocupa: hay que ir buscándole, abriendo puertas y ganándote los papeles estelares. Tal vez más adelante sea yo la estelar, pero ahora lo importante es que los tres mexicanos (que participarán en la función) ganemos, concluyó.

En el segundo duelo, el mexiquense Francisco Chiquita Rosas retará al nicaragüense Román Chocolatito González, por el cinturón mínimo de la AMB, y en enfrentamiento estelar de la velada el filipino Donnie Nietes defenderá el título paja de la OMB ante Eric Ramírez.

La Guerrera admitió que física y técnicamente tendrá un enfrentamiento complicado ante la colombiana, porque se trata de una peleadora menor en edad –Cardona tiene 20 años y Torres 29– y nunca la ha visto arriba del cuadrilátero.