Celebración por las mujeres que luchan
omo cada año desde hace ya un cuarto de siglo, las mujeres insurgentes y de los pueblos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se preparan para celebrar el Día Internacional de las Mujeres que Luchan. Los festejos se realizarán los días 7 y 8 de marzo en el caracol de Oventik, la misma región en la que esta semana las autoridades autónomas zapatistas han denunciado patrullajes aéreos y terrestres del Ejército federal, con el pretexto de buscar plantíos de mariguana.
No es casualidad que a una inminente celebración zapatista el gobierno federal responda con el envío de aviones, helicópteros y camiones retacados de soldados, a pesar de que ni en los peores momentos de la hostilidad castrense han conseguido frenar un festejo pacífico del EZLN. Aún así, no se puede pasar por alto que en las semanas recientes se han incrementado los sobrevuelos en Los Altos de Chiapas y se han fortalecido las movilizaciones militares terrestres. El pretexto es viejo e ilegítimo, pues a estas alturas todo el mundo sabe que en los municipios autónomos y en todo el territorio zapatista está prohibida la siembra, el tráfico y el consumo de drogas y otras actividades ilícitas
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El 8 de marzo es una fecha emblemática en tierras zapatistas. Fue precisamente un Día Internacional de la Mujer, de hace 15 años, cuando las insurgentas del EZLN se presentaron por primera vez en un acto frente a un pequeño grupo de periodistas, en una noche estrellada en la comunidad tzeltal de Prado Payacal. Una fiesta íntima en la que las insurgentas Irma y Elena, entre muchas otras, reivindicaron el papel de la mujer indígena en la lucha por la liberación de su pueblo. Ataviadas con vestidos de listones multicolores, decenas de mujeres, con niños en brazos, escuchaban y asentían en silencio.
Tres lustros después de aquella humilde celebración nocturna, las niñas que colgaban de los rebozos viven otra realidad. En tan poco tiempo han sido protagonistas de quizás el logro más importante y más difícil de las zapatistas: la superación de las mujeres y la reivindicación de sus derechos, esfuerzo que han visto concretado en la participación de mujeres tzeltales, tzotziles, tojolabales, choles, mames y mestizas en las diferentes tareas de la autonomía, en los mandos del Comité Clandestino y en las filas del ejército zapatista. Es también el aspecto femenino de la lucha el que representa uno de los mayores retos, pero en el que sin duda falta menos que al principio.
Es por eso que, si las zapatistas no deciden otra cosa, este 7 y 8 de marzo habrá mucho que celebrar y mucho que reflexionar. Al acto político, cultural y artístico mamá Corral
asistirán mujeres de la otra campaña y la Zezta Internazional.