Si bien la mayoría de los antros cumple con las nuevas disposiciones sobre horarios y venta de bebidas embriagantes que marca la nueva Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal, la cual tiene como uno de sus principales objetivos evitar el consumo excesivo de alcohol; son muchos los clientes, principalmente jóvenes, que al salir de estos lugares, algunos incluso con la última copa en la mano, suben a sus autos para ver donde la seguimos.

En un recorrido por la colonia Condesa se pudo observar que durante el primer fin de semana de aplicación de la nueva norma –la cual establece que estos negocios deben cerrar a las 3 de la mañana y suspender la venta de bebidas 30 minutos antes– que desde las 2 horas se niega la venta de alcohol a los clientes.

Los lugares que tienen mucha afluencia, incluso empiezan a recoger sus terrazas desde una hora antes, mientras que los que están llenos encienden las luces e informan sobre el cierre del establecimiento por la nueva ley.

La mayoría de los jóvenes salen de los antros y buscan acceder a los que se encuentran en las inmediaciones, pero la mayoría de empleados de seguridad no lo permiten. No se pueda... es por la nueva ley, explican. Sin embargo, en su afán por continuar con la fiesta, los muchachos insisten por varios minutos, algunos incluso ofrecen dinero para que los dejen entrar, nada más un rato.

Pero es en vano, la mayor parte de ellos no logra su objetivo, aunque hubo casos de personas que pudieron entrar, luego de mostrar sus identificaciones, con el argumento de que ya estaban adentro, nada más que salieron a fumar.

Algunos clientes se mantienen durante varios minutos a las puertas de los antros, se escuchan reproches contra la medida y las autoridades del Gobierno del DF o discuten a dónde más pueden ir, hasta que empiezan a subir a sus autos, ya sea para ir a casa de alguno de ellos o buscar otro antro donde seguirla.

Y no hay que buscar mucho. Cerca de San Ángel, por ejemplo, sobre el Eje 10 Sur, se puede encontrar algún lugar, donde aunque son más de las tres y media, se sigue vendiendo alcohol, pues se cierra hasta que se vaya el último cliente, de acuerdo con las mismas meseras del restaurante-bar.

En la avenida Insurgentes y la Zona Rosa, los tarjeteros orientan a quienes buscan un bar cercano, donde probablemente estén dando servicio a esa hora, las cuatro de la mañana. Aunque especialmente se dedican a llevar clientes a table dances, mediante una clave y acompañándolos hasta el lugar, se puede seguir bebiendo hasta el mediodía, porque la nueva ley nos hace los mandados, dice un tarjetero de la Zona Rosa.

En las cercanías de Garibaldi, en Eje Central y Eje 1 Norte, los antros aparentemente están cerrados, tienen las cortinas abajo, pero en realidad continúan funcionando, y para atraer a la clientela varias personas se encuentran en la acera invitando a transeúntes y automovilistas a que pasen por el lugar que estará abierto hasta las 11 de la mañana.

De acuerdo con el diputado local Isaías Villa la ley regula a más de medio millón de establecimientos desde cantinas, discotecas y bares con el propósito de ser más estrictos en la prevención del consumo de alcohol, así como mejorar las medidas de seguridad de estos negocios, por lo que también se da facultades a la Secretaría de Protección Civil para realizar verificaciones.