El portero Federico Vilar destacó en el soporífero encuentro
Domingo 1º de marzo de 2009, p. a17
Lo mejor ayer en el estadio Azul fue ver el espectáculo aparte que representa el portero Federico Vilar, una auténtica pantera que resguarda su guarida con un celo y una seguridad que inspiran autoridad, pero los Cementeros lo respetaron en exceso y el partido entre Potros y Cruz Azul concluyó con un insulso 0-0, que les mereció un sonoro abucheo de despedida.
La afición celeste, que como pocas veces hizo una aceptable entrada, se quedó esperando las variantes que el técnico local Benjamín Galindo ha prometido y no termina por mostrar. Peor le fue a José Guadalupe Cruz, quien cuajó su quinto empate y lleva seis fechas sin conocer la victoria. La Máquina se quedó con 10 puntos en el grupo dos y Atlante con ocho en el uno.
Mal y de malas anda el técnico azulgrana; esto se notó muy pronto, pues al minuto 16 ya había mandado a calentar a Andrés Carevic, alias El Gringo. El Profe Cruz todavía contempló el panorama algunos minutos y al 29 sacó al novato Gerardo Venegas para mandar a Carevic a pegarse como lapa al desbocado Luis Landín.
El plus del Atlante siempre estuvo en la portería. Temerario, el guardameta argentino se plantó en la media luna cuando los suyos atacaban; sin embargo, al frente las cosas no anduvieron bien. Gabriel Pereyra, quien ayer cumplió 31 años, hizo un gran pique, eludió a un contrario, pero luego se echó un clavado al pasar junto a Joaquín Beltrán. El silbante Jorge Gasso lo pintó de amarillo al minuto 26.
Los Cementeros también traían chueca la puntería; así lo demostró Pablo Zeballos al minuto 29, al volar por encima del travesaño una interesante opción. El juego se tornó soporífero por la forma de pasear el balón de ambos cuadros y el intenso calor.
Para el complemento y ya con un clima más templado, los visitantes desperezaron al público con un sorpresivo disparo de Clemente Ovalle, cuyo derechazo pegó en el larguero y picó fuera. Más tarde Rafael Márquez intentó cruzar su tiro ante un indeciso Yosgart Gutiérrez, pero la acción no prosperó.
La respuesta celeste fue inmediata. Landín descolgó raudo; no obstante, su mal control de balón frustró la emoción en las tribunas cuando al michoacano se le atoró el esférico.
Al minuto 58 Gasso no marcó lo que parecía un penal de Carlos Bonet sobre Daniel Arreola, quien tuvo que salir por lesión, y en su lugar entró Christian Bermúdez. El Hobbit mostró afanes ofensivos y niveló un poco la recta final, cuando los celestes parecían por fin decididos a inaugurar el tablero.
Cruz Azul logró varias llegadas y tiros de esquina, pero careció de variantes y del factor sorpresa. En esos embates Vilar se mostró a gusto, resolvió con sangre fría, al extremo de que en un gesto de desesperación el técnico Galindo debutó al minuto 79 al atacante Diego Jiménez, quien tampoco fue la solución.