Ciudad del Maíz, SLP, 28 de febrero. Andrés Manuel López Obrador se pronunció aquí por una refor- ma profunda al sistema bancario, porque, aseveró, la banca es la paraestatal más onerosa y parasitaria de México, la cual no impulsa el desarrollo nacional, ya que está en manos de extranjeros, quienes viven de cobrar comisiones elevadísimas y de beneficiarse con el Fobaproa.

Recordó que al inicio del sexenio de Carlos Salinas había un solo mexicano en la lista de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de mil millones de dólares, y en la actualidad son 10 los multimillonarios que aparecen en el listado de la revista Forbes, con un capital de 100 mil millones de dólares cada uno.

Se trata, recalcó, de aquellos que se quedaron con los bancos y las demás empresas privatizadas a partir de los años ochenta.

Respecto a Banamex, el político tabasqueño consideró que a pesar de que se viole nuevamente la ley, no habrá medida alguna –aunque más de la tercera parte de las acciones de su matriz, Citigroup, sean ahora propiedad del gobierno de Estados Unidos–, ya que Felipe Calderón es empleado del banquero Roberto Hernández.

Recordó que costó mucho dinero rescatar a los banqueros –aún se destinan 50 mil millones de pesos anuales al pago de la deuda del Fobaproa–, pero sólo ha servido para que unos cuantos se hagan inmensamente ricos.

Encima de ello, agregó, se trata ahora de extranjeros a los que Hernández y demás magnates vendieron Banamex y otros bancos.

Por lo anterior, resaltó en este municipio potosino, donde la mayoría vive en la pobreza, que parte fundamental del cambio de rumbo que requiere el país es replantear la situación de la banca.

Desde luego, alertó, el cambio no lo van a llevar a cabo Calderón ni su partido, el PAN, y tampoco el PRI, porque, insistió, el gobierno usurpador está al servicio de los banqueros.

Frente a unos 2 mil potosinos reunidos en la plaza principal de Ciudad del Maíz, López Obrador expresó que por el rescate bancario se deben dedicar cada año 50 mil millones de pesos del presupuesto, nada más para que no siga aumentando la deuda, mientras el peso se devalúa todos los días y los efectos de la crisis amenazan a pequeñas y medianas empresas y comercios.

López Obrador estuvo también en El Naranjo, por lo que terminó de visitar todos los municipios de San Luis Potosí.

Lo acompañó el candidato del PRD y Convergencia a gobernador de la entidad, Juan Ramiro Robledo, quien se comprometió a impulsar el movimiento en defensa del petróleo, la economía popular y la soberanía.

En ambos municipios potosinos y en tres más de Tamaulipas en los que estuvo también, el presidente legítimo lanzó un reto a los gobernadores de ambas entidades, el panista Marcelo de los Santos y el priísta Eugenio Hernández, respectivamente.

Desde cada una de las cinco plazas en que se reunió con sus simpatizantes, preguntó a los gobernadores en cuestión por qué en sus entidades no han puesto en marcha programas sociales para beneficiar a las personas con mayores carencias, como los que se impulsan en la ciudad de México.

Detalló que en el Distrito Federal se otorgan ayudas de 820 pesos mensuales a los adultos mayores y becas de 800 pesos a 80 mil discapacitados.

También hay becas para estudiantes de preparatoria y para madres solteras; además, se reparten de manera gratuita útiles escolares y se subsidia el transporte público.

Incluso, insistió, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, acaba de anunciar que se instalarán 300 comedores públicos, para que nadie se quede sin alimentos en los días difíciles que se avecinan.

Tanto en Antiguo Morelos, Nuevo Morelos y Tula, en Tamaulipas, como en los municipios potosinos de El Naranjo y Ciudad del Maíz, lanzó la misma interrogante: ¿por qué nada de ello hay aquí?, y el mismo respondió: porque en la ciudad de México se gobierna de otra manera, no se permite la corrupción, y entonces el dinero del presupuesto rinde.

Dio una razón más. Los gobernadores de Tamaulipas y San Luis Potosí, sostuvo, tienen mentalidad de hacendados porfiristas, que desprecian al pueblo.