El flujo de mexicanos residentes en Estados Unidos hacia México se desplomó 13.1 por ciento en 2008, con lo que el país dejó de captar unos 226 turistas diarios en promedio en ese segmento, de acuerdo con reportes difundidos por la Secretaría de Turismo (Sectur). Dicho renglón considera únicamente a quienes pernoctan al menos una noche, es decir, al turista de internación.

Sin embargo, la caída en 2008 es la más pronunciada desde 2006 y se da en un contexto de recesión económica en Estados Unidos.

Según se desprende del reporte de la actividad turística, poco más de medio millón de mexicanos (505 mil) se internaron al país desde Estados Unidos y pernoctaron al menos una noche.

La cifra es 13.1 por ciento menor que la registrada en 2007, cuando ingresaron 587 mil 585 personas, y representa una caída de 18.6 por ciento si se compara con 2006, año durante el cual entraron al país 620 mil 500 mexicanos residentes en Estados Unidos.

El mercado estadunidense representa 65.4 por ciento de los visitantes que ingresaron a México entre enero y diciembre de 2008.

El segmento de mexicanos residentes en aquel país significa el 3.8 por ciento del total de los visitantes internacionales.

En 2008 el flujo de turistas de internación alcanzó los 13 millones 300 mil personas, de las cuales 9.8 millones procedieron de Estados Unidos y Canadá.

Sube el turismo canadiense

Por el contrario, el turista canadiense mostró un mayor dinamismo, por lo que los visitantes provenientes de ese país superaron la cifra de un millón de visitantes por primera vez. De esta manera, el flujo de visitantes canadienses llegó a un millón 145 mil personas, un aumento de 20.1 por ciento frente a 2007.

La expansión permitió que Canadá ampliara a 8.6 por ciento su participación del total de turistas internacionales a México.

Muy por debajo de esas cifras se ubicaron los visitantes de internación procedentes de Europa, con un millón 511 mil turistas; de América Latina y el Caribe, con 712 mil, y de Asia, con apenas 208 mil visitantes.

En medio de la actual crisis económica y financiera, que amenaza el crecimiento del turismo, el gobierno federal estableció una estrategia para evitar una caída mayor en el número de visitantes de Estados Unidos y Canadá. Por lo pronto, 30 millones de pesos que estaban destinados a promocionar los destinos turísticos del país en Europa se canalizarán a Norteamérica.