Miércoles 4 de marzo de 2009, p. 34
San Cristóbal de las Casas, Chis. Unos mil indígenas católicos de Pasté obligaron al alcalde de Zinacantán, el perredista Antonio Conde Vázquez, a comprar refrescos y cervezas para los habitantes de la localidad, en castigo porque no cumplió su promesa de llevar a una reunión del poblado a 46 familias evangélicas a las que hace varias semanas les cortaron el agua potable. Cuando Enrique Ramírez Coronado y Julio Roberto López Gómez, subsecretarios de Asuntos Religiosos y de Operación Regional del gobierno estatal, abandonaron el poblado, el alcalde fue obligado a comprar las bebidas.