Miércoles 4 de marzo de 2009, p. 14
Las empresas Televisa y Televisión Azteca formalizaron sus recursos de impugnación contra las multas de 2.2 millones y 2 millones de pesos, respectivamente, que les impuso el consejo general del Instituto Federal Electoral (IFE) por no transmitir promocionales de los partidos políticos durante los eventos deportivos. En principio, la inconformidad se orienta en el primer caso por el elevado monto de la sanción y en el segundo, se argumenta la necesidad del sobreseimiento.
Para Tv Azteca, al igual que el IFE sobreseyó la transmisión de promocionales interrumpiendo programas deportivos, en bloque hasta de 6 minutos y con cortinillas previas, quedó saldado con las bases de colaboración que el IFE firmó con la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, lo cual debería dejar sin efecto todos los procedimientos sancionadores iniciados en su contra.
El representante del Partido Acción Nacional, Roberto Gil, cuestionó las dilaciones en el procesamiento de las quejas que se presentaron relacionadas con el incumplimientos de los concesionarios de radio y televisión. Su recurso presentado hace casi dos semanas relacionado con la alteración de las pautas de su precampaña en Nuevo León será desahogado en los próximos días.
Gil sostuvo que estas dilaciones hacen prácticamente nugatorio el derecho de los partidos a aparecer en televisión, pues la precampaña termina prácticamente en una semana, por lo que ya no habría tiempo de reponer los promocionales, quedando en desventaja con otros partidos.
Por otro lado, la secretaría ejecutiva del IFE aún no ha resuelto una eventual sanción contra Cablevisión y el tema ha quedado prácticamente archivado. En esa controversia estaría involucrada Tv Azteca, por haber alterado la retransmisión de su señal abierta, sacando del aire los promocionales de los partidos en la programación difundida por la televisora por cable.
En otro orden de ideas, el comité de radio y televisión discutirá hoy al mediodía la propuesta de criterios para la transmisión de promocionales de los partidos políticos, durante la difusión de programas cuya naturaleza impida su interrupción –deportivos, culturales, religiosos–, a fin de evitar conductas de las televisoras como las ocurridas al iniciar las precampañas.