Ocampo, Chih., 6 de marzo. El gobierno federal ha sido omiso y lento en reconocer que México se encuentra sumido en una grave crisis económica, a pesar de que desde agosto nosotros le informamos que el huracán que venía de Estados Unidos iba a afectar seriamente a los mexicanos, como desafortunadamente está sucediendo, afirmó aquí Andrés Manuel López Obrador.

En ese sentido, el ex candidato presidencial responsabilizó al gobierno usurpador del agravamiento de la crisis, por la reacción tan lenta que ha tenido y por insistir en una política económica que no resuelve las demandas de los ciudadanos.

Al continuar este viernes su gira por Chihuahua, el tabasqueño visitó municipios como Ocampo, Moris, Uruachi y Maguarichi, donde se da la paradoja de comunidades sumidas en la pobreza rodeadas por minas de plata y oro concesionadas a empresas peruanas y canadienses, que en el caso de Ocampo prohibieron a sus empleados asistir al mitin.

López Obrador llegó a estas cabeceras municipales por caminos que en el atlas carretero aparecen como pavimentados, lo que evidencia, en el mejor de los casos, que los recursos destinados a estas obras fueron desviados para otros fines. Desde estos polvorientos pueblos, el tabasqueño se refirió a las declaraciones que a mediados del año pasado hicieron el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y Felipe Calderón.

El pelele de Calderón y Carstens aseguraron entonces que la economía nacional estaba blindada, y que si a Estados Unidos le daba pulmonía, a México apenas le iba a dar gripe; son declaraciones que muestran gran irresponsabilidad, desconocimiento absoluto de la realidad nacional y mundial, así como insensibilidad frente a las necesidades del pueblo, dijo. Asimismo, lamentó que la estrategia del gobierno usurpador se limita a subastar miles de millones de dólares para tratar de frenar una devaluación de más de 50 por ciento que, como el resto de las medidas que ha tomado, ya evidencia su fracaso.

Por ello, exigió que se informe sobre las personas que han comprado dólares baratos en dichas subastas, con lo que han contribuido a acentuar la drástica caída del peso frente al dólar. Tenemos información de que quienes se han beneficiado son empresas y personajes cercanos a Calderón, y si ellos no hacen públicos sus nombres, nosotros sí lo vamos a hacer.

Ante los centenares de simpatizantes que se acercaron a las reuniones informativas en estos municipios, López Obrador dijo que no puede permitirse más que empresas extranjeras y potentados mexicanos sigan explotando al pueblo y extraigan todas las riquezas minerales, pagando salarios de hambre, en un esquema muy similar al que se aplicó en el porfiriato. “Un grupo se apoderó del gobierno y de las riquezas naturales, y además tiene secuestrado el presupuesto público, que es dinero de todos; por eso es urgente un cambio en la política económica del país.

“Ese mismo grupo de malos administradores, la llamada clase política, se mantiene cobrando sueldos excesivos, más altos aun- que lo que gana el presidente Barack Obama en Estados Unidos, o en el caso de los senadores y diputados, de tres a cinco veces superiores a los de Europa, a pesar de que son improductivos y cuando legislan lo hacen en contra de los intereses del pueblo.

Esto explica la necesidad de un cambio porque, además, esta crisis económica va a traer gravísimas consecuencias para los mexicanos, y algunas de esas consecuencias serán mayor desempleo y crecimiento de la inseguridad en el país, apuntó.

Se trata –agregó– de obligar al gobierno a recortar en la mitad esos salarios y eliminar gastos superfluos y prestaciones de la alta burocracia, para que con ese dinero se apoyen las actividades productivas y se amplíen los programas sociales.

Eso es lo que estamos proponiendo para que no se sienta tanto la crisis; ese es el propósito de nuestro movimiento: la defensa de la economía popular, dijo en este municipio, en el que a principios de 1903, antes de Río Blanco y Cananea, tuvo lugar una rebelión social en contra de la explotación de los trabajadores en la mina de Ocampo, quienes se inconformaron por el maltrato a que eran sometidos, y que terminó, como el resto de las manifestaciones posteriores, en represión y el fusilamiento de quienes encabezaron el movimiento.