Sociedad y Justicia
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El gobierno desdeña riesgos a la salud humana, critica ONG

Luz verde al uso experimental de maíz transgénico en México
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de marzo de 2009, p. 30

Tras conocer las reformas a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, en donde el gobierno federal da luz verde al uso experimental de maíz transgénico, siempre que no implique riesgos para el consumo humano o animal, Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, rechazó las medidas del Ejecutivo, por considerar que hasta el momento no existen investigaciones realizadas por el sector público que aseguren que el consumo de transgénicos no representa un daño a la salud.

Además, agregó, los expertos señalan que los daños a la salud por el consumo de productos genéticamente modificados son difíciles de identificar, porque se pueden presentar hasta 10 o 20 años después de consumirse.

El día de ayer, el Ejecutivo publicó en el Diario Oficial de la Federación las modificaciones a dicha ley, en cuyo artículo 67 señala: No se permitirá la experimentación ni la liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado que contenga características que impidan o limiten su uso o consumo humano o animal, o bien su uso en procesamiento de alimentos para consumo humano.

Vulneran derechos del consumidor

Por otro lado, Calvillo sostuvo que desde principios de la década de los 90 del siglo pasado, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dejó de hacer estudios y evaluaciones sobre los daños a la salud del maíz transgénico, entonces, al permitir la FDA la siembra, el gobierno mexicano hace lo mismo y lo permite sin ningún tipo de investigación sobre el riego que ello representa para la salud.

Calvillo dijo que en México ya se está sembrando maíz transgénico con fines industriales (en la producción de un sustituto del plástico) y farmacéuticos (para generar antibió- ticos), y en ambos casos, subrayó, tampoco se ha comprobado que no son perjudiciales para la salud humana.

Señaló que, tras estas modificaciones, más que nunca el consumidor tiene derecho a ser informado de lo que consume en el etiquetado del producto, porque hasta ahora los únicos estudios que existen han sido realizados por las empresas encargadas de explotar la ingeniería genética, y ellos lo único que buscan es el dominio de las corporaciones sobre las semillas.