En el actual entorno de crisis, las mujeres se encuentran en mayor vulnerabilidad de perder su empleo y tienen más trabas para acceder a un trabajo remunerado, aseguró Laura Liselott Correa de la Torre, directora de desarrollo humano sustentable del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Comentó que esa condición está íntimamente ligada a concepciones erróneas relacionadas con el escaso valor que algunos patrones dan al trabajo femenino, y a que en ciertas empresas se le considera más un gasto que una inversión en lo que se refiere al otorgamiento de prestaciones, así como por cuestiones de embarazo.

También influye –señaló– el hecho de que la mayoría de las mujeres laboran en algunos de los sectores más afectados por la debacle, como el de servicios y comercio, o porque cuando están unidas o casadas, los patrones tienden a pensar que tienen quien las mantenga.

En esta situación de crisis, las mujeres son más vulnerables de ser despedidas o al tratar de obtener un empleo. Algunos patrones piensan que les sale más caro contratar a una mujer, por lo que, si hay que hacer recorte, optan por ellas, y esto es únicamente por pertenecer al sexo femenino; no tiene que ver con la preparación ni la capacidad de las personas, y es una percepción errónea.

Prevé la OIT desocupación de 7.4% en el sector femenino

Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que mientras el año pasado el porcentaje de desocupadas fue de 6.3 por ciento, a finales de 2009 podría llegar a 7.4 por ciento, mientras para los hombres, en el escenario más adverso, sería sólo de 7 por ciento. En el mundo, de los 3 mil millones de personas empleadas en 2008, mil 200 millones eran del sector femenino.

En el informe Tendencias mundiales del empleo de las mujeres, dado a conocer esta semana, el organismo refiere que aunque la crisis le pega a ambos sexos, esta debacle no necesariamente se presentará de la misma manera en el sector femenino. Señala que las únicas regiones en las cuales es probable que las tasas de desempleo sean menos negativas para ellas son Asia oriental, los países desarrollados y la conformada por naciones del sudeste de Europa que no pertenecen a la Unión Europea. Para Latinoamérica, el panorama en este sentido no es halagador.

En entrevista con La Jornada con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Liselott descartó asegurar que por esas condiciones de vulnerabilidad pudiera ser un hecho que haya más despidos de mujeres. Sostuvo que aunque existe la presunción de ello, se sabrá con certeza cuando se den a conocer los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre de este año, pues en estos meses ha sido cuando se ha concretado el mayor número de despidos. Este dato podría tenerse hasta mayo próximo.

Reconoció que dado que es en la maquila –particularmente del norte– donde se están perdiendo más fuentes de trabajo, no sería errado decir que en esas zonas es mayor la cantidad de mujeres que están quedando desocupadas, debido a que son mayoría en esos espacios.

En la maquila es donde se están perdiendo más plazas laborales, y allí hay más mujeres trabajando, por lo que se percibe que la situación será dramática.

Indicó que en un proyecto desarrollado por Inmujeres con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, denominado Trabajo de mujeres, cuestión de género, uno de los componentes se relaciona con la segregación ocupacional, y en este aspecto nuestra intención es trabajar con las maquiladoras del norte.

Cabe resaltar que de la población económicamente activa (PEA), 41 por ciento son mujeres, la mayoría de las cuales tienen entre 25 y 45 años.