caracas, 8 de marzo. El presidente venezolano, Hugo Chávez, dio este domingo dos semanas de plazo a la multinacional Coca Cola, operada por el Grupo Femsa de México, para que desaloje un terreno en Caracas donde estaciona sus vehículos repartidores de refrescos. Dos semanas le doy a la empresa Coca Cola para que de manera voluntaria desaloje esos terrenos, advirtió Chávez en su programa semanal de televisión Aló, presidente.

Váyanse con sus camiones para la sabana, a 100 kilómetros al sur, donde hay millones de hectáreas libres, añadió el mandatario, quien promueve una revolución bolivariana de corte socialista. Chávez señaló que en ese lapso se definirá el procedimiento jurídico de la medida y encargó al ministro de su despacho, Luis Reyes, para contactar a los representantes de la empresa.

La propiedad tiene una hectárea de extensión y se localiza en un populoso suburbio del municipio de Libertador, en el área metropolitana de Caracas, donde se desarrollaría un proyecto de viviendas. En la zona el gobierno ejecuta un plan con la comunidad que hasta ahora incluyó varias obras como una escuela, un hospital materno y un centro de rehabilitación.

Según Chávez, la presencia de Coca Cola allí es uno de varios ejemplos del atropello del capitalismo.

El Estado burgués capitalista favoreció y todavía sigue, en buena manera, favoreciendo al poderoso, en este caso una trasnacional que se da el lujo de tener una hectárea de tierra plana, sólida, afirmó el presidente, comparando la situación con la de los caraqueños que viven en zonas de ladera.

Chávez ordenó el desalojo en momentos en que su gobierno incrementa el control del sector de producción de alimentos básicos para paliar la escasez que se manifiesta de forma cíclica.

En el marco de esa política fueron intervenidas varias procesadoras de arroz. El jueves, una filial de la estadunidense Cargill, que producía el cereal, fue directamente expropiada, mientras que una plantación de mil 500 hectáreas de la papelera irlandesa Smurfit Kappa fue intervenida.

Precio justo a Cemex

La nacionalización de la cementera mexicana Cemex y de la filial del banco español Santander avanzan en Venezuela en procura de acuerdos definitivos, expresó el ministro venezolano de Finanzas, Alí Rodríguez, en una entrevista difundida este domingo.

Sobre la cementera, que presentó una demanda ante el tribunal de arbitraje internacional del Banco Mundial (BM), el ministro señaló que el gobierno está trabajando en el plano jurídico porque de lo que se trata es de llegar a un precio justo para ambas partes.

Un negocio es bueno cuando lo es para ambas partes, no cuando es bueno para una sola parte, declaró Rodríguez a la cadena Televen. Cemex es responsable de 50 por ciento del cemento que se produce en Venezuela.

El gobierno venezolano decretó la nacionalización de la industria cementera en abril y en agosto anunció acuerdos amistosos con la francesa Lafarge y la suiza Holcim, que producen el otro 50 por ciento, para adquirir la mayoría de su capital.

Con los demás (Lafarge y Holcim) se ha llegado a entendimientos perfectos. Se están haciendo todos los procedimientos para pagar lo que les corresponde, aseguró Rodríguez. El funcionario añadió que en el caso del banco Santander, el ejecutivo sigue avanzando para cerrar la venta de su filial, el Banco de Venezuela.

En otro orden, Venezuela convocó al proceso de venta de Stanford Bank que se iniciará el lunes con la inscripción para participar en un data room y está previsto que culmine el 20 de marzo con una asamblea de accionistas para recibir las ofertas y luego realizar la adjudicación.

La estatal Superintendencia de Bancos intervino en febrero la entidad, que funcionaba con autonomía, en medio de la incertidumbre por la acusación de fraude contra su propietario, el estadunidense Allen Stanford, y tras una oleada de retiros por temores de depositantes.