Por primera vez como adultos juegan en el mismo equipo, uno que está lejos de aquellas novenas de ligas pequeñas en su casa de Estados Unidos. Hablan poco español, solamente algunas palabras, pero están comprometidos con el equipo mexicano a causa de su madre.

Los hermanos Jerry Junior y Scott Hairston son dos de los peloteros que integran el equipo de México que participa en el Clásico Mundial de Beisbol, provenientes de las organizaciones de Grandes Ligas, orgullosos de portar la franela tricolor.

Aun cuando no hablamos el idioma nos damos a entender y es que somos parte de este país, apunta Jerry Junior.

Jerry Jr, nacido en Des Moines (1976), juega con Rojos de Cincinnati, en tanto que Scott, oriundo de Fort Worth, participa con Padres de San Diego.

Su madre, Esperanza Arellano, es oriunda de Navojoa, Sonora, y en 1974, en una singular ceremonia, contrajo nupcias con Jerry Hairston, bateador estelar de los Naranjeros de Hermosillo, a quien conoció unos meses antes en una fiesta en casa de una amiga.

Fue amor a primera vista, dice Hairston padre. Unos meses después de conocernos nos casamos, primero en una iglesia de Hermosillo, la de Guadalupe, y al rato nos presentamos en el estadio Héctor Espino para otra ceremonia beisbolera, en la que el resto del equipo nos hizo valla con sus bates en alto y yo me vestí de pelotero, apuntó el padre de los peloteros Hairston, que juegan para México.

Doña Esperanza, en ese entonces, daba clases de inglés, y hoy se muestra orgullosa de enseñar el español a la descendencia, aunque admite que es la única que habla el idioma en casa.

Hairston padre admite que se siente identificado con las costumbres mexicanas y eso lo llevó a contratar un mariachi para el primer juego de México ante Australia, el domingo, acción muy celebrada por el resto del equipo y los aficionados que llegaron temprano al Foro Sol.