París, 12 de marzo. Varios medios franceses criticaron duramente al presidente del país, Nicolas Sarkozy, porque durante su reciente visita a México aceptó una invitación del controvertido magnate Roberto Hernández Ramírez, quien estuvo bajo sospecha de tráfico de drogas en los años noventa.

Según las informaciones difundidas en Francia, Sarkozy y su esposa, la cantante Carla Bruni, se reunieron con Hernández Ramírez durante la parte extraoficial del viaje. Actualmente el millonario mexicano es miembro del consejo de administración del banco estadunidense Citigroup.

Hasta ahora los funcionarios del Elíseo han pretendido transmitir la impresión de que Sarkozy sólo fue huésped del presidente de México, Felipe Calderón, señalan las voces críticas, que recientemente dijeron no saber quién financió la parte privada de la visita.

Sarkozy enlazó su viaje oficial a México –a comienzos de esta semana– con unas vacaciones de dos días y medio en una residencia de lujo en el país. El presidente francés ya ha sido criticado anteriormente por sus lujosas vacaciones, financiadas a menudo por amigos millonarios.

Tras su victoria electoral en 2007, por ejemplo, el mandatario fue unos días a Malta en el avión privado del empresario francés Vincent Bolloré, para descansar en el yate de lujo de éste.

También durante sus vacaciones en Egipto, en el balneario de Sharm el Sheikh, Sarkozy se hospedó en la residencia privada del jeque de Abu Dhabi.