En el contexto del Día Mundial de los Derechos de los Consumidores,que se celebra el 15 de marzo, la asociación El Poder del Consumidor (EPC) dio a conocer algunas de las principales estrategias publicitarias que las trasnacionales de la comida chatarra utilizan para manipular y engañar a los niños con la finalidad de generar en el menor la demanda del producto.

Especialistas en lenguajes visuales subliminales analizaron mensajes publicitarios que anuncian este tipo de comida y observaron, entre otras características, que este tipo de espots están incitando al niño a tomar una posición aliada al producto y enfrentada al adulto.

En conferencia de prensa, el director de EPC, Alejandro Calvillo, señaló que para hacer este tipo de publicidad se invierten miles de millones de dólares en sicólogos, etólogos y sociólogos para generar en el niño el deseo del producto.

Expuso que la técnica más frecuente para manipular la demanda del producto en niños es aquella que promueve más el regalo que el producto, o también llamada estrategia del fastidio, donde la publicidad busca que el niño fastidie a los padres para que le compren el producto mediante publicitar el regalo, violando los códigos de regulación publicitaria internacionales, donde se establece que no se debe promocionar el regalo por encima del producto.

Otra de las principales estrategias publicitarias es aquella que sugiere al niño que al consumir el producto adquiere cualidades físicas sobresalientes, como ser más fuerte, enérgico, alto o grande; o aquella en la cual el producto se vuelve sinónimo de aventura y diversión. Pero tal vez la más agresiva es la publicidad, que ya ha sido objeto de varias denuncias de consumidores, que ubica el producto del lado del menor contra los adultos o la sociedad y presentan imágenes donde se envía el mensaje al niño de que al consumir el producto podrá evadir los reclamos del adulto o hacer estallar a los vecinos que molestan.

El director de EPC nombró que entre las empresas que más engañan y manipulan al niño están Kellogs, Nestlé, Bimbo, Burger King y Cadbury Adams.

Asimismo reconoció avances de la actual administración en materia de salud, pero denunció a los legisladores por no regular la publicidad de comida chatarra dirigida a menores y, con ello, violar el derecho de los niños a no ser engañados.

El problema no está en el Ejecutivo, sino en el Congreso, donde se han presentado más de diez iniciativas en los dos años recientes para regular la comida chatarra, y todas han sido bloqueadas por los dos partidos más poderosos de este país mediante un cabildeo enorme en el Congreso con Conméxico (asociación que agrupa a las principales empresas procesadoras de alimentos y bebidas), aseguró.

En este día, EPC se sumó a la campaña que realizaron más de 200 organizaciones agrupadas en la Federación Internacional de Consumidores (CI por sus siglas en inglés) y otorgó reconocimientos a las empresas que más manipulan y engañan a la infancia.