El golpe de la crisis al empleo formal es más grande de lo que ha admitido el gobierno federal. Se estima que, al cierre del año, la desocupación rebasará un millón de personas, consideraron especialistas laborales y del Frente Auténtico del Trabajo (FAT).

Por separado, coincidieron en que las medidas aplicadas para generar empleos han sido completamente insuficientes, máxime cuando la Secretaría del Trabajo y Previsión Social apuesta en su reforma en la materia a facilitar los despidos y no a promover el empleo.

“Si la economía no crece, se mantiene en ceros y no se crean puestos adicionales para atender la demanda, que anualmente es de alrededor de 850 mil, en automático quedarán desempleados 850 mil.

“Pero si la economía decrece –como se ha previsto– entre 2.5 y 3 por ciento este año, de los que están laborando se desemplearán alrededor de 250 mil más, quienes se añadirían a los que entran a formar parte de la fuerza de trabajo.

La cifra rebasaría el millón de desempleados, y lo más probable es que la mayoría ingresará al sector informal, apuntó Enrique Hernández Laos, especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa en temas de pobreza.

Jorge Robles, de la coordinación del FAT, alertó: el gobierno está midiendo de manera ficticia el desempleo, debido a que aplica parámetros engañosos, que se autodesestiman ante los niveles de economía informal (desempleados que tienen que recurrir a otras formas de ingreso), situado ya en 55 por ciento, por la caída en la recaudación del impuesto sobre la renta, en más de 3 por ciento, y porque en lo que va del año el consumo ha caído 17 por ciento.

Con base en estudios y balances que hemos realizado, pensamos que el desempleo es parte de lo que provoca la actual crisis. Con la explosión de la burbuja financiera, éste se va a incrementar, agregó.

El también secretario de relaciones de la Unión Nacional de Trabajadores expresó que la desocupación crecerá si se aprueba la modificación laboral del secretario Javier Lozano, quien les hizo el favor a las empresas de preparar una reforma que abarata los despidos, al incluir solamente el pago de salarios caídos de seis meses y no lo que duran los juicios promovidos por despido injustificado.

Además, promueve nuevas formas de contratación que no generan derechos laborales ni de antigüedad, por lo que la desocupación será muy alta y el anuncio de que serán 500 mil por semestre está rebasado, señaló.