En la zona existen al menos 30 sitios, señala Brigada Callejera
Miércoles 18 de marzo de 2009, p. 39
En La Merced existen por lo menos 30 locales, entre hoteles, callejones y casas, que son utilizados para servicios sexuales, incluso con menores de edad, cada uno de los cuales, para seguir operando sin problemas, paga 150 mil pesos mensuales a autoridades delegacionales de la Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, denunció la Red de Trabajo Sexual y Brigada Callejera.
Al señalar que de las mil 500 mujeres que ejercen la prostitución en la zona, al menos 500 son menores de edad, Jaime Montejo, integrante de la citada organización, cuestionó el operativo realizado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), pues no se detuvo a ninguno de los grandes capos de las 10 bandas organizadas dedicadas a la trata de personas.
Fue una estrategia mediática que forma parte de la anunciada reubicación de sexoservidoras en las inmediaciones de la Central de Abasto, para que en La Merced se puedan crear corredores comerciales
en el que participarán empresas trasnacionales, aseguró.
En entrevista, indicó que a pesar de que en lo que va de la actual administración se ha detenido a más de 300 personas por lenocinio, entre ellos no hay grandes capos de la trata de personas. “En La Merced la trata de personas sigue viva, y ni siquiera clausurando o expropiando –como pretende el Gobierno del DF en el marco de la Ley de Extinción de Dominio– los 30 locales que actualmente ocupan las trabajadoras sexuales se acabaría con este problema”, si no se toman medidas contra las mafias que controlan este negocio, dijo.
Explicó que hay bandas como la liderada por El Bombacho o El Negro, quien se ha cambiado tres veces el nombre para evadir la acción de la justicia, y que visita por lo menos tres veces al día La Merced en vehículos diferentes y sin repetir automóvil en toda una semana, para no ser ubicado.
De acuerdo con Montejo, las sexoservidoras relacionan a este sujeto con por lo menos tres asesinatos de mujeres y tiene una de sus bases en el hotel Las Cruces –donde incluso la prostitución de menores es más evidente que en los hoteles Universo y Madrid, asegurados la semana pasada por la PGJDF– y que también opera en otras zonas de la ciudad como Sullivan y Tlalpan.
El activista indicó que las menores de edad que son obligadas a prostituirse llegan a la ciudad con engaños y amenazas, principalmente de Tlaxcala y Puebla, y que tan sólo en la calle San Pablo se han detectado 150 menores ejerciendo el sexoservicio.
Al respecto, el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJDF, Javier Cerón Martínez, dijo que la acción realizada el pasado viernes, en la que se detuvo a 28 personas y se rescató a 45 mujeres, fue un golpe certero
a este delito en la zona producto de un intenso trabajo de inteligencia.