Ante senadores, el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, advirtió que las represalias comerciales contra Estados Unidos se mantendrán hasta que haya una solución favorable al problema de los transportistas mexicanos; es decir, hasta que se les permita circular con sus unidades por territorio estadunidense.

Después de recibir felicitaciones de legisladores por la decisión, el funcionario explicó que la medida es un poco más dura que las adoptadas por nuestro país en otros casos, como el del jitomate y el atún, pero ahí estamos. La intención, recalcó, es convencer a los congresistas estadunidenses que su país pierde también al violar el tratado de libre comercio.

El titular de Economía anunció que este miércoles se publicará en el Diario Oficial de la Federación la lista de los 90 productos a los que México aplicará mayores aranceles, como una medida de represalia por la decisión de Washington de incumplir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

No quiso adelantar qué productos integran esa lista, pero descartó que el maíz esté entre ellos. Explicó que México está abierto al diálogo, pero por desgracia aún no se nombra en el vecino país del norte al secretario de Economía”.

Incumplimiento

Ruiz Mateos se reunió ayer con los integrantes de la Comisión de Economía del Senado para hablar sobre la problemática de la industria automotriz, pero los legisladores le pidieron que abundara sobre la determinación del gobierno federal de aplicar por primera vez represalias a Estados Unidos.

La senadora del PRD Yeidckol Polevnsky, le dijo que recibió con tremenda sorpresa, pero también con tremendo beneplácito la noticia, porque en los muchos años que pasó en el sector empresarial, pedimos una medida, ¡una sola, levantar la voz¡, hacer algo en defensa del sector productivo y nunca lo logramos.

Nunca, insistió, a pesar de que de aquel lado para acá han hecho cambios al tratado, lo han incumplido y nunca hemos podido hacer nada. Esta es la primera vez y quiero reconocerlo y felicitarlo por esa postura.

Por la mañana, el coordinador perredista, Carlos Navarrete, se congratuló también de que por primera vez el secretario de Economía haya reaccionado. Por la tarde, durante su comparecencia, el priísta Eloy Cantú le pidió ahondar en el tema.

Ruiz Mateos explicó que el gobierno de Felipe Calderón adoptó esa decisión, porque quieren con ello convencer sobre todo a algunos congresistas estadunidenses de que el TLCAN es una herrramienta que ha ayudado a desarrollar la región de América del Norte.

Expuso que a pesar de que México ganó un panel en 2001 se decidió ir por un camino de diálogo, que se encontró ya en 2007, a través del Proyecto Demostrativo, el cual “desde nuestro punto de vista fue muy exitoso, ya que hubo más de 45 mil cruces, sin ningún incidente mayor entre los transportistas mexicanos y estadunidenses.

Igual o mejores

Los transportistas mexicanos que suscribieron ese proyecto, explicó, demostraron ser igual o mejores que los estadunidenses, por lo que en agosto de 2008 se decidió ampliarlo por dos años más, para ir convenciendo poco a poco a los diferentes actores involucrados de que era un tema fundamental.

Pero este año, el Congreso de Estados Unidos canceló la partida para el Proyecto Demostrativo y por ello Calderón decidió aplicar las represalias a 90 productos. “Es claro, como lo dijo ayer el vocero de la Casa Blanca, que Estados Unidos va a perder empleos por esos aranceles, porque hay sustitutos y México los puede traer de otros lados.

El secretario de Economía agregó que ello seguramente ayudará al presidente Obama a convencer al Congreso de Estados Unidos que el flujo de Comercio con México es un ganar, ganar, no un perder-perder, que es el argumento que pusieron con el tema del transporte.

Otro argumento es convencerlos sobre la competitividad que América del Norte está perdiendo. “Es increíble que para poder exportar un productor mexicano tenga que llegar con su camión a la frontera, desconectar la caja, conectarla a un tránsfer o a un llamado burrero, que lo mueve 30 kilómetros hacia dentro de Estados Unidos y ahí volver a conectar a otro tractocamión para que lo lleve a su destino final.

¡Es la antítesis de la competitividad!, y por lo pronto tomamos ya las medidas que tomamos.