Opinión
Ver día anteriorViernes 20 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ruta Sonora

Radar [II]. Primavera Fest. Pos Radiohead

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Jaime López es uno de los invitados a la Noche de PrimaveraFoto Archivo
L

as líneas divisorias entre arte y música siguen siendo disueltas en Radar, el espacio de exploración sonora, que llega este sábado a su fin, como parte del 25 Festival de México en el Centro Histórico:

1. Nurse with wound

El artista experimental Steven Stapleton creó este combo de integrantes itinerantes en 1978; desde entonces, influido por el free-jazz y el krautrock (género que va del rock y el ruido, a los sonidos analógicos, rítmicamente persistentes), ha recorrido surrealistas caminos sonoros, en el que un desnudo minimalismo intercala largos periodos de quietud con repentinos acordes de guitarra. Para ello, echa mano de de la sicodelia, el jazz-rock, las cajas de música, las cintas de efectos. En los 80, fue precursor del ambient (electrónica suave, paisajista). Homotopy to Marie (1982) es el álbum considerado de culto del grupo. En los 90, grabó con la singular banda Stereolab. A la fecha sigue grabando discos y presentando en vivo prodigiosos actos de improvisación. Esta noche, abrirán paladar el mexicano Guillermo Galindo y el estadunidense Daniel Menche, artistas sonoros que con recursos como el video, los objetos y las consolas, crean irrepetibles sonidos.

Viernes 20, Palacio de Minería (Brasil 33, Centro). 21 horas, $200.

2. Mike Patton & Zu/ Kenji Haino

Mike Patton, inquieto cantante, músico y productor californiano, quien ha integrado numerosos proyectos y agrupaciones de rock (entre otras Mr. Bungle, Faith no more, Fantomas, Tomahawk), actuará por segunda ocasión en Radar, ahora con el trío italiano de hardcore punk, free jazz y noise rock, Zu. Gracias a su voz portentosa y su comezón por lo inusual, se ha mantenido no sólo dentro de los linderos del rock, sino de la música experimental. De hecho, el disco debut homónimo de Mr Bungle fue producido por John Zorn. Fue llamado por los Beach Boys para colaborar en el disco California. Se ha agrupado con músicos y bandas que van de Dave Lombardo (Slayer) y Buzz Osbourne (Melvins), a Sepultura, Kronos Quartet o Dan The Automator Nakamura. Sus actividades como cantante, creador de soundtracks, actor a cuadro y de doblaje, son incontables.

Kenji Haino. Posiblemente la mayoría asista a este evento, atraída por la popularidad de Patton; sin embargo, quizá la joya de la noche sea este japonés, padrino de la improvisación de su país, quien al portar la guitarra, no la toca (eso sería insuficiente), sino que se aproxima a la trepanación, la injuria, el daño. Dirigente del trío Fushitsusha, Haino capitanea desde 1971 el movimiento japonés que interpreta la forma libre, ruidosa, el jazz-rock. Su música no sólo es virtuosa, sino emotiva e impredecible. Excitante.

Sábado 21. Lunario del Auditorio Nacional. 22 horas, $400.

Noche de Primavera

El sábado 21, el gobierno de la ciudad de México presenta su Sexta Noche de Primavera, toda una fiesta callejera con música, danza y demás actividades escénicas, de asistencia gratuita. El programa es amplísimo, sobre diversas plazas del Centro Histórico (programación en: www.nochedeprimavera.cultura.df.gob.mx). Aquí, un trocito del elenco: en la calle de Guatemala, desde las 20 horas: Santa Sabina, San Pascualito Rey, Ensamble Galileo, Twangers, Víctimas del Dr. Cerebro, diyéis varios. En la calle de Gante, desde las 19 horas: Jaime López, Armando Rosas, Rafael Catana, Fernando Paredes, Cacho Duvanced, Roberto González, Carlos Arellano.

Todo en el lugar correcto

Tras 15 años de hambruna, Radiohead y su rock del espacio nos levantaron el castigo de la manera más suave y amorosa. Cien mil personas se hicieron una para sentir que tocaban un cachito del origen del universo: ese universo paralelo que la imaginación, los deseos y los temores provocados por la angustia de vivir los días actuales, es generado en colectivo en el interior de muchos jóvenes sedientos de un lugar que refleje esos ánimos, o que brinde belleza, misterio o melancolía sanadora. Inevitables cabecillas de una generación emo (sin pertenecer al género musical de tal nombre), permanentemente desesperanzada, los ilustrados y sencillos integrantes del quinteto de Oxford hicieron de sus dos veladas en el DF un encuentro íntimo, a la vez explosivo e implosivo, en cuanto a emociones y musicalidades. Con una de las más perfectas sonorizaciones que se recuerden (como se ha dicho, cercanos a Pink Floyd en sus temáticas respecto de la alienación humana, o al rimbombante despliegue de sus actuaciones en vivo), Radiohead no sólo deleitó con temas recónditos, para fans, disímiles en cada show (para muchos, el repertorio del lunes 16 fue más interesante que el del domingo 15), sino que se aventaron la puntada de interpretar su choteadísima Creep, canción que ya jamás tocan, a modo de reconciliación con México, como si el tiempo se hubiera detenido en 1994, cuando vinieron por vez primera a México, y aquél fuera reactivado. Al final del concierto del lunes, el cantante Thom Yorke no sólo deseó: have a nice life (tengan una vida agradable) sino que con las manos hizo un ademán de vuelta, anunciando que regresarán. Amén.