La intérprete festejará hoy con Clásicas extravagancias, en el Teatro de la Ciudad
con plenitud y madurez
El recital será parte del programa Noches de Primavera, organizado por el GDF
Sábado 21 de marzo de 2009, p. 9
Margie Bermejo comenzó a cantar a los 13 años de edad. Para celebrar sus 45 años de artista, en 2009 ofrecerá, con el título de Festejo 45, algunos de los conciertos que ha creado en ese tiempo, el primero de los cuales será Clásicas extravagancias, hoy, 21 de marzo, a las 23 horas, en el Teatro de la Ciudad, como parte de la sexta Noche de Primavera, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal (GDF).
La acompañarán una orquesta de cámara, bajo la dirección de Eduardo García Barrios; los arreglos son de Dimitri Dudin, quien además tocará el piano.
“El concierto se llama Clásicas extravagancias, porque dentro de la música clásica cantamos de tipo popular, que resulta con un sentido medio extravagante.
“Habrá otras presentaciones, y al final de año cerraré con un disco con canciones de Marcial Alejandro. Yo fui la primera intérprete de Marcial, allá por los años 70. El disco Las cosas sencillas, título que proviene de un tema compuesto por él, cumple ahora 30 años. Marcial es un compositor extraordinario; se puede decir que es el último de los trovadores del canto nuevo en México y el primero en importancia.
Agradezco a Dios y a la vida haber llegado a este momento con plenitud y madurez, y con la dicha de seguir cantando. Si comencé a los 13 años, imaginen en dónde no estuve.
Lo que la noche brinda
–¿Cómo fue compartir la bohemia con Marcial Alejandro?
–Hemos estado juntos en muchos momentos de la vida. La bohemia es algo intenso. A los 17 años yo cantaba en lugares como el Hilton. Mi padre me enseñó que el canto y el arte eran nuestro oficio y vida, que eran trabajo, no glamor. Por eso siempre tenía la conciencia del trabajo y nunca fui la coqueta de la noche.
Muchos de esos amigos hoy son famosos, pero en ese entonces sólo éramos un grupo y las desveladas eran de días, pero yo iba a cantar y regresaba. Ésa fue mi vida. Hoy tengo vida de noche cuando trabajo. Sí, sí salgo, porque me gusta compartir, pero de repente. ¡Los tiempos pasan!
–¿En algo le ha ayudado la noche para cantar?
–Creo que da experiencias y recuerdos. Da un cúmulo de sensaciones y de emociones. Pero para cantar no se necesita andar de noche. En giras he tenido que cantar a las 12 del día o a las seis de la tarde. Para el canto y el arte no hay horario. Sí hubo un horario, cuando todos éramos rebeldes. Y si éramos intelectuales de izquierda... ¡peor! Pero todo es por épocas.
Anunció que luego de la presentación de hoy irá a Venezuela y Panamá con El veneno que fascina, en el cual canta temas de Agustín Lara. Posteriormente estará en La Casa de la Paz, de la Universidad Autónoma Metropolitana, en Cozumel 33, en la Roma, con Al compás de un tango, con Dudin al piano y bailarines en escena, el 8 y 15 de abril.
“A mi regreso del extranjero prepararé el espectáculo GardeLara, para el Teatro de la Ciudad, el 17 de julio.”
La entrada al Teatro de la Ciudad será gratuita.