Domingo 22 de marzo de 2009, p. 7
Desde el jueves pasado llegaron elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) a vigilar y resguardar la zona de la Alameda Central, y el viernes por la tarde rodearon con vallas el perimétro de ese parque público, así como avenida Juárez, desde el Eje Central Lázaro Cárdenas hasta la calle de Balderas, a fin de que el presidente Felipe Calderón pudiera asistir sin sobresaltos a montar una guardia de honor en el Hemiciclo a Benito Juárez, con motivo del 203 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas.
Ayer nadie pudo acercarse al monumento, menos aún si iban en grupo. Desde que los veas, aquí los detienes
, fue la instrucción que repetía uno de los mandos de la PFP a sus subordinados, ante la posibilidad de que simpatizantes del gobierno legítimo
decidieran realizar una protesta contra Calderón.
El Ejecutivo llegó al Hemiciclo pasadas las 8:15 horas, donde permaneció apenas cinco minutos, tiempo suficiente para depositar una ofrenda floral, montar guardia de honor, escribir un mensaje en el libro de visitantes y partir rumbo a Palacio Nacional, donde se realizó la ceremonia oficial.
Apenas había ingresado el mandatario a la zona acordonada, cuando apareció Gerardo Fernández Noroña en la esquina de Balderas y Juárez. En short, playera con imágenes del Che Guevara en la espalda y su walkman, empezó a trotar frente a la valla que impedía el paso hacia la Alameda. No dijo ni una palabra. Se limitó a realizar ejercicio entre los automóviles que ingresaban a Balderas, mientras los policías federales empezaban el retiro de las estructuras metálicas.