Cuatro guerreros enmascarados salieron a escena a convocar a la batalla. Fueron recibidos por un Lunario repleto de seguidores del guerrero mayor, con máscara de El Santo, Mike Patton, que en esta ocasión llegó a México con la banda italiana Zu.

El artista californiano está en constante transformación, por lo que quizá muchos no sabían qué tipo de lucha se pelearía este sábado por la noche.

Fue algo así como un ritual de preparación para un combate, cargado de energía, potente. Con mucho de tribal, por momentos recordaba algo ancestral a pesar de la electrónica; su voz podía sonar dulce, inocente, y al momento siguiente como el gruñido de un animal salvaje.

Y sí: Salvaje, así describió el versátil vocalista lo que hace con Zu, en entrevista con La Jornada, horas antes del concierto. “Sangre y tripas… ánima… como sucia música para el alma (se ríe)… Hay algo misterioso, porque es complicado de tocar, no es del estilo: ‘brinca, un-dos-tres-cuatro, ¡hey!, ¡ho!’ Así que creo que tienes que hacer un esfuerzo y escuchar, pero ya que te metes, puede ser muy… mmm… contagioso, de modo extraño. Es demandante, no es música de fondo; te dice… (mentó la madre con el brazo) ¡ven!”

Colaboraciones disímbolas

Mike Patton, desde ser cantante de Faith No More hasta la fecha, ha explorado a través de su voz una rica gama de universos musicales, al lado de gente al parecer muy disímbola, como John Zorn, Massive Attack, Björk, Rahzel, Dan the Automator y Norah Jones, por mencionar algunos.

Con el grupo Zu (que se describe inspirado en el ruido, punk, metal y jazz, entre otros géneros), Patton intenta que la voz interprete muchos papeles (cantante y percusión, por ejemplo). Esta música necesita una paleta más diversa que sólo ser una segunda guitarra (como ocurría con Fantomas, su proyecto anterior). El lugar del cual surge la música de Zu suele ser bastante extremo, así que intento texturas más ligeras, en vez de más extremosas.

Con Zu (Jacopo Battaglia, batería; Massimo Pupillo, bajo, y Luca T Mai, saxofón) lleva varios años trabajando. Los conoció en Roma y se hicieron amigos. Zu abrió conciertos de Fantomas. Ahora, juntos, interpretan mucha música de Zu, a la que Patton hace cambios.

Lo que hacen tiene mucha información, no es todo chinga-tu-madre. El truco es hacer música que esté en el límite, que sea dinámica, en vez de sólo dos o tres frecuencias de ruido, lo cual es maravilloso, pero tienes que tener cuidado: tienes que hacerlo en las dosis y lugares correctas. ¡Yo no querría escuchar un concierto de una hora con sólo kkkkkkjjjjjjjjj en nivel 11! Así que tienes que usar la música con sabiduría, no volarte la tapa de los sesos.

El ruido es parte del lenguaje musical de Patton. Hay gente que opina que habiendo tanto en el mundo, ¿para qué queremos más? Al respecto, Patton opinó: Porque no lo están escuchando bien. Yo escucho el ruido de modo muy distinto. Para mí, el ruido puede ser hermoso. Es un alfabeto extremo, pero puedes decir mucho con él. Es difícil, tiene que hacerse de modo que no sea suicida (rió). Pero puede ser muy útil en este mundo.

Tras una pausa, añadió: También hay suficiente melodía en este mundo. La misma pregunta puede ser formulada: ¿por qué queremos más? Yo intento ser amigo de ambos.

Mike Patton se ve muy contento de estar de vuelta en México. Como en este año, en 2005 fue invitado por el ciclo Radar, del Festival de México en el Centro Histórico. José Wolffer, director de Radar en aquel año y ahora del festival, dijo: Es un placer tenerlo de vuelta, con esa energía, esa capacidad de reinventarse. Patton es un camaleón: hay mucha distancia entre Fantomas y su propuesta actual. Éste es más desenfrenado, más de ruido.

Experiencia en el pancracio

Patton y Zu fueron a la lucha libre el viernes pasado y salieron impresionadísimos, con la boca abierta, contó Patton. Nos dolía la cara de tanto sonreír. Fue completamente alucinante. Nunca me imaginé algo así. De ahí que en el concierto se pusieran máscaras de luchadores.

Mike Patton fundó la disquera Ipecac en 1999, que edita básicamente música que les gusta, además de su propia obra. Una de las mejores cosas que he hecho en la vida fue fundar el sello; si no lo hubiera hecho, probablemente sufriría mucho intentando que se escuche la música que hago (aún es bastante subterránea).

Y siguió: “Estaba cansado de vender mi música a otros e intentar convencerlos de por qué creía que era importante. Tuve suerte de encontrarme con gente que me ayudó a armar una buena estructura. Es muy casero, son tres personas y todos trabajan en casa.

Creo que nos ha ido bien (sobrevivir desde 1999 es un éxito), porque no hemos cambiado el modelo de negocios: en cuanto le fue bien a un disco no rentamos una oficina enorme ni contratamos 20 personas ni compramos pendejadas que no necesitáramos.

–Internet ha ayudado.

–Ayudado y afectado. No vendemos tantos discos físicos.

Aunque, añadió después, da visibilidad, es un arena completamente nueva. Contratamos gente sólo para hacer la promoción por Internet. Hace 10 años me hubiera reído de la idea.

Patton es un entusiasta de los videojuegos. Ha colaborado en algunos, además de prestar su voz a películas.

Faith No More se volverá a juntar (se separaron en 1998) para algunos conciertos, entre ellos el Download Festival (Donington Park, Gran Bretaña), en junio. “Yo no estaba listo antes, tenía demasiadas cosas que sacar de dentro de mí. Ahora soy una persona distinta, tengo mi propia cosa, me siento un poco más cómodo respecto de mi pasado, en contraste con la actitud de ‘a la chingada con eso’, que es la que tenía... bueno, de cierto modo todavía la tengo.”

Es probable que Faith No More se presente en México y Sudamérica a finales de este año o principios del próximo.

Al final del concierto, un integrante de Zu lo presentó como Patton Místico.

¿Patton Místico o puto Místico?... ¡Puto Místico! Gracias y buenas noches, se despidió el cantante.